Empleados de estaciones de servicio en alerta por la situación económica

El parque automotor alcanzó su pico de demanda en los últimos años en un contexto donde comprar un inmueble se tornó prácticamente inaccesible para la clase media y refugiarse de la inflación fue imposible a través de la compra de moneda extranjera, por el cepo al dólar.

Sin embargo, a pesar de que estas variables en parte se mantienen en la actualidad, desde principios de año la adquisición de vehículos cayó en más de un 30 por ciento de acuerdo a datos de las cámaras empresarias, cuando el Gobierno aplicó un nuevo impuesto y devaluó en un 25 por ciento el peso nacional.

Es en estas condiciones que Guillermo Borelli, secretario general del Sindicato de Petroleros de Córdoba (SINPECOR) se mostró preocupado por el porvenir del personal de las bocas de expendio. Si bien el gremialista aclara que por el momento no se percibe una baja en las ventas de combustibles no descarta que ocurra en el futuro. “La situación del personal está igual que el país, complicada”, señala.

Empresarios que compiten con locales de YPF aseguran que luego de la diferencia de precios que se desató tras los aumentos en los surtidores vieron disminuir la facturación hasta un 30 por ciento. Muchos automovilistas prefieren hacer cola en los surtidores de la empresa estatal para ahorrar hasta 50 pesos por una carga de tanque completa.

Así y todo, Borelli afirma que los dueños de estaciones recompusieron la rentabilidad por las subas de las naftas y gasoil, superiores al 40 por ciento sólo en 2013, por lo que están en condiciones de pagar los incrementos de sueldos que se pretenden: del 45 por ciento para todas las categorías.

Hasta el momento, Borelli explica que la Federación de Expendedores de Combustibles del Centro (FECAC) estiró su oferta, pero que dados de los índices de inflación que se barajan para lo que resta del año, no es aceptable para el SINPECOR. Hoy continúan las negociaciones en el Ministerio de Trabajo.