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¿Cuáles son sus características principales? Aseguran ser empresarios particulares , con signos distintivos. Se ponen la camiseta del proveedor y ven en sus colegas un adversario y amigo. La historia de una actividad que creció a lo largo del siglo XX.
Luis Malchioldi, el presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles (FEC) asume el desafío propuesto por surtidores.com.ar de analizar un estereotipo, la idiosincrasia y personalidad de los dueños de estaciones de servicio.
Comenzó en el rubro en el año 68, abriendo un local de la legendaria marca Isaura, pero luego fue cambiando de bandera, pasando por Eg3 y Shell, hasta convertirse en blanca. Ya en el 69 empezó a participar y militar en favor de los intereses de los operadores. “Al principio iba y me sentaba en una silla para escuchar lo que se charlaba en las reuniones; es un oficio que se va aprendiendo”, recuerda.
¿Cuáles adjetivos definen a los operadores?, lo consultó surtidores.com.ar. Malchioldi dio su punto de vista: “el expendedor es en general una persona eficiente, empresario y con una gran voluntad de servicio a la comunidad”. Por cuestiones propias del negocio, asegura que “es conservador”, porque “siempre trata de mantener su capital y cuidarlo”. No suele tomar decisiones apresuradas o de gran riesgo.
El experimentado dirigente explica que la relación con las petroleras deja una marca imborrable en el ADN: “el estacionero es una persona que está afincada en su ciudad y sufre la presión de la empresa que representa, atada a los mensajes que recibe del proveedor. Se pone esa camiseta y en lo comercial es individualista y competitivo”.
Es una consecuencia del mercado, por la disputa que se genera entre las distintas compañías. “Es difícil que haya dos estaciones próximas del mismo color”, menciona, de ahí se entiende la pelea por acaparar clientes. Cada firma tiene precios y calidades distintas para potenciar. “En lo personal se puede tener amistad con los colegas”, aclara.
Empresas familiares
El grueso de los establecimientos funciona a modo de empresa familiar. Malchioldi sostiene que se debe a la propia historia del rubro, el paso de mando de generación en generación, pero también por las complicaciones económicas, lo que obliga en muchos a casos a reducir al máximo la contratación de empleados.
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