Consecuencias de la caída del consumo
Los aumentos de precios y el freno de la economía no solo hizo retroceder los despachos de naftas y gasoil, también se replegó la venta de aceites y aditivos, productos que al no estar acotados por las referencias del mercado otorgan buena rentabilidad
El impacto del alza de los precios y la inflación que erosiona el poder adquisitivo de los consumidores, no solo hizo caer la venta de combustibles sino que también se reflejó en la demanda de productos asociados.
Lubricantes y aditivos acusaron el impacto de la recesión, tal como advierten empresas del rubro. Aseguran que hay una fuerte caída del consumo, especialmente en artículos relacionados con optimizar el rendimiento de los motores y el embellecimiento del automotor.
Según manifestaron a surtidores.com.ar, la baja es de aproximadamente un 25 por ciento en comparación con años anteriores. “La gente los pide pero desestiman la compra al enterarse de su costo”, señaló un importante distribuidor. “Es que muchos de sus componentes son importados, de ahí su alto precio”, explicó.
Para algunos expendedores la retracción de este rubro tiene relación directa con la renovación del parque automotor y la óptima calidad de los combustibles que hace que este tipo de productos sean menos solicitados. “De los que los llevan, la mayoría son autos antiguos o que no se encuentran en las mejores condiciones”, puntualizan.
Para los estacioneros este era un segmento interesante debido a que, al no estar acotados por las referencias del mercado, otorgaban buena rentabilidad. Incluso servían de estímulo para el personal ya no son pocos los operadores que los premiaban con un porcentaje por la venta.
“Hoy lo que más se vende son las aguas aditivadas”, reseña un empresario. “Los demás productos tienen una salida cada vez más restringida”, sentenció.
Acivar/desactivar voz
Leer página