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Desde la consultora del exsecretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat, explicaron que el combustible más vendido en las Estaciones de Servicio del país es el de mayor distorsión, mientras que los productos premium no se ven tan afectados.
Mientras las Estaciones de Servicio de Argentina aún transitan el sendero de incrementos de los combustibles fijados a partir del programa Precios Justos, por estos días se espera la última suba fijada correspondiente al mes actual, que reflejará una suba del 3.8 por ciento en los valores de la nafta y el gasoil en el surtidor.
Sin embargo, y a pesar de los que en los últimos meses hubo aumentos cercanos al 12 por ciento por dicho plan, desde la consultora Montamat & Asociados, del exsecretario de Energía de la Nación y exdirectivo de YPF, Daniel Montamat, explicaron que la mayoría de los productos aún se ubican por detrás de la referencias mundiales, siendo la nafta súper como el gasoil de grado 2 (común) los más afectados.
En el primero de los casos, el desfase escaló del 17 al 22 por ciento debido a que el litro en Gran Buenos Aires ronda los $187,50, pero el import parity (IP) se calcula en $243. En tanto que para el diésel común, la relación es de $212,20 (CABA) versus $258 (paridad de importación), lo que significa que la brecha disminuyó 4 puntos y se ubica en 18 por ciento.

Sin embargo, la grieta es mucho menor en la nafta premium: sólo del 8 por ciento gracias a que el monto promedio de venta en las Estaciones de Servicio de GBA ($234,47) es cercano a aquel del import parity ($255,97). Mientras que el gasoil de grado 3 es el único combustible líquido tradicional comercializado en las bocas de expendio del país que supera los indicadores internacionales (6 por ciento), con una relación local promedio de $287,33 frente a $269,85 de la paridad de importación.
¿A qué se deben tales alteraciones? Según mencionaron desde la consultora a surtidores.com.ar, se aceleró la tasa de depreciación del peso de 4 a 6 por ciento mensual y, por ende, se remarcó aún más la diferencia a comparación de meses anteriores. Y si a ello se suma que la suba en las pizarras de las Estaciones de Servicio está por debajo de la evolución del índice inflacionario nacional, pesan más los costos operativos y ello genera que se reduzca un poco más la rentabilidad del sector.
“Los precios de los combustibles se vienen ajustando de acuerdo a la devaluación del peso. El problema es que el dólar oficial se retrasa cada vez más a comparación de la inflación, lo que genera presiones cambiarias mayores”, sostuvo al respecto el exfuncionario.
El precio en otro país no me importa x ellos tienen mejor poder acquisitivo me imagino acá en Argentina
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