El paliativo que encontraron las estaciones de servicio a los problemas de rentabilidad

Desde principios de mes, en las bocas de expendio de Rosario los cigarrillos se pagan entre dos, tres y cuatro pesos por encima del precio que sugieren las tabacaleras. Cada empresa adopta su propia política comercial pero el grueso está de acuerdo en remarcar el producto con tal que sea conveniente su comercialización.

Fue una medida que resultó luego de más de un mes de protesta y sequía de tabaco en las tiendas de conveniencia. Se resolvió en conjunto, luego de un interesante debate del que participaron numerosos empresarios. De estas audiencias, se obtuvo una conclusión: cobrar un adicional es la única alternativa que garantiza la venta de cigarrillos.

Según cuentan en el sector hay locales que entregan más de 5.000 atados mensuales. Cargando tres pesos por cada paquete reciben aproximadamente 15.000 pesos extras, el equivalente en costo a un empleado del shop.

Rubén Fernández, directivo de la Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario (Cesgar) reconoce que “fue un paso importante para la economía de la estación”. Ahora la apuesta es mejorar otras aristas, como las comisiones de las compañías petroleras.

Además de obtener una mejora de los ingresos, para CESGAR fue una experiencia positiva en la defensa corporativa de los intereses de sus miembros. Estas acciones potencian el sentido de pertenencia a la institución e indirectamente fomentan la participación gremial empresaria.

En cuanto a los cigarrillos, para el directivo no hay dudas sobre la posición a tomar: “si se va a correr el riesgo de manejar importantes sumas de dinero debe haber una remuneración”.

Sobre todo, explica en contacto con surtidores.com.ar, considerando que “se perdieron muchos servicios adicionales”, como lavaderos y lubricentros, por la competencia desleal de talleres y puestos que no pagan de igual manera los impuestos. “Nos complica por los costos fijos que tenemos”, concluyó Fernández.