El mercado se nivela: ya son dos las empresas que compiten en precio con YPF

Cuando se decidió la nacionalización de YPF, la empresa  dio algunas señales al mercado que se suponía  definirían su rumbo futuro. Los precios al público de los combustibles que expendía en sus estaciones de servicio era uno de los principales estandartes: se ubicaban entre un 6 y un 15 por ciento debajo de sus competidores.

Los datos de ventas que los expendedores deben remitir mensualmente a la Secretaría de Energía confirman plenamente la posición de la petrolera. En Agosto de 2012, en las bocas YPF de Capital Federal, el litro de nafta súper se comercializaba a $ 12.45, mientras que en otras marcas el mismo producto costaba hasta $ 13,50.

La estrategia dio sus frutos. La compañía dirigida por Miguel Galuccio se posicionó al tope del market share con índices inusuales durante la gestión privada: 58 por ciento en la preferencia de los consumidores y hasta el 63 en el caso de los derivados Premium.

La necesidad de caja para afrontar las inversiones que demanda el desarrollo del reservorio no convencional de Vaca Muerta cambió ese paradigma: YPF dejó de tener los combustibles más baratos dejando que AXION energy y  Petrobras ocupen ese lugar. Ambas empresas hoy se igualan a las referencias de la estatal y en algunas localidades, como por ejemplo Rosario, se ubican por debajo.

El público parece haber tomado registro de esta nueva condición. De acuerdo a los datos estadísticos de la dependencia oficial, ambas petroleras registraron en julio una mejora interanual en ventas superior al 10 por ciento, cuatro puntos por encima de la media general.

Claro que no solo los precios movilizaron a los automovilistas a preferirlas. La ex Esso, por caso, emprendió una agresiva campaña en los medios dando cuenta de las bondades de sus combustibles y de la excelencia en la atención, todo ello sumado a la flamante imagen de sus estaciones de servicio.

De la filial local de la brasileña, en tanto, poco se sabe acerca de los motivos que guían tal determinación, en un contexto de fuertes rumores acerca de su partida del país para contribuir con la venta de activos a las alicaídas finanzas de la casa matriz sacudida por las denuncias de corrupción que incluso, amenazan la institucionalidad política de Brasil.