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A pesar de que hay en circulación 1.631.099 vehículos que utilizan el combustible, su incidencia general sobre la demanda es mínima. Cada vez cobra más fuerza la idea de fomentar el uso de gas para el transporte pesado, tal como vienen avanzando otros países de la región.
Según datos del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) en mayo el país utilizó 3.797.398.000 metros cúbicos de Gas Natural por todo concepto. La demanda de este fluido para uso vehicular significó apenas el 6.3 por ciento (238.954.000 m3). El grueso tuvo como destino la generación de energía eléctrica (41 por ciento) y la industria (31 por ciento). El servicio domiciliario representó apenas el 16 por ciento.
Años atrás, la incidencia del GNC rondaba entre el 8 y 9 por ciento. Luego fue disminuyendo, debido a que la industria y la economía crecieron a un ritmo más intenso y acelerado, lo que hizo que ocuparan un lugar más importante en las necesidades de la plaza.
Estos datos no hacen más que revelar la viabilidad del proyecto que promueven las cámaras empresarias ligadas a la producción de equipos y herramientas de GNC de transformar la matriz general del transporte hacia la utilización de este insumo más económico y ecológico que el diésel.
Sobre todo con las perspectivas de suministro que genera el yacimiento Vaca Muerta, que según estudios de especialistas en la materia se trata de la segunda reserva más importante de shale gas en el mundo. Se estima que en los niveles de consumo actual habría disponibilidades por 600 años.
Tanto en lo inmediato, sustituyendo importaciones de gasoil, que se pagan a un promedio de 25 dólares contra los 17 de su equivalente en gas natural licuado, como en el mediano plazo, por mejoras de la producción local, la elección del recurso es conveniente.
Según cuentan empresarios de la actividad a surtidores.com.ar, lo que demora esta iniciativa por parte del Gobierno es la supuesta escasez de fluido. Sin embargo, la idea se cae de maduro cuando se comparan los costos de traer gasoil de mercados extranjeros. Las refinerías están programando inversiones en este sentido pero tampoco va a alcanzar para responder a las urgencias del mercado.
En cuanto a estaciones de servicio, los industriales aseguran que la oferta está garantizada. Son casi 2000 los puestos de carga existentes, distribuidos en todo el país con la excepción de las provincias del Noreste, que aún no gozan de gasoductos que hagan posible la comercialización de GNC. En esta zona se las arreglan con el Gas Licuado de Petróleo, que si bien es más caro, cuesta la mitad que la nafta súper.
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