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La histórica presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA) se defiende de las acusaciones por irregularidades que le propician 14 dirigentes de la Comisión Directiva. “Les tengo que hacer un juicio penal por las agresiones que están cometiendo”, contesta irritada y en un estado de profunda angustia.
¿Quién es Rosario Sica? Aquella empresaria que una vez le regaló un departamento a Manuel Ríos, el encargado de su pequeña estación Esso ubicada en la esquina de las calles Chile y Chacabuco, en San Telmo, y que rechazó una propuesta de 850 mil dólares para la compra de su local, o una dirigente acusada por desmanejos financieros, demoras en las presentaciones de los balances contables y poco democrática como responsable de la gestión, como aseguran sus detractores.
Sica admite sentirse deprimida y dolida. Pasó el fin de semana con una tristeza que hace años no sentía, comprando medicamentos en una farmacia de Recoleta para apaciguar su gran dolor. Mientras miraba entre perdida la vidriera, cuenta que un hombre la reconoció y le dio fuerza. Horas más tarde, le ocurrió lo mismo cuando subió a un taxi. “Es un honor que la gente me diga esas cosas”, se alivia.
Sin embargo, se enfurece porque lejos de ser reconocida por enfrentar las políticas del Gobierno contra las bocas de expendio, combatir la tasa vial, trabajar 14 horas por día, bloquear destilerías, y ponerse al frente de un paro de estaciones de servicio por 48 horas que puso en agenda los temas del sector allá por diciembre de 2008, Sica advierte que le están propiciando “un golpe de Estado”.
Apunta contra 14 miembros de la Comisión Directiva, según la referente de los expendedores porteños que “muy pocas veces ví en las reuniones”, pero que intentan tomar el mando de la entidad, desplazándola de su cargo. “Recién ahora se ponen a mirar el estatuto”, cuestiona.
Cuando este medio la consultó por las denuncias por irregularidades, Sica una vez más sacó el cuchillo: “Durante mi mandato mejoré un 1500 por ciento las finanzas. Les tengo que hacer un juicio penal por las agresiones que están cometiendo”.
Con la convicción y fortaleza que la caracteriza, Sica asegura que no bajará los brazos y que luchará hasta las últimas consecuencias para preservar su condición de presidente de FECRA. Se tranquiliza al pensar que tiene el apoyo de los asociados, y advierte que sólo un juez podrá sacarla de su cargo, situación que descarta de pleno.
Muchas gracias Dra. Rosario por su labor realizada , pero entienda que su laborioso y dedicado ciclo como dirigente de FECRA ha concluido . Le pido criñosamente que se retire con la dignidad que siempre supo acompañarla.GRACIAS ROSARIO TENGA LA SEGURIDAD QUE ADEMAS DE EXIMIA DIRIGENTE, SE LA ADMIRA Y RECORDARA POR SU CALIDAD DE MUJER . MICHAS ,MUCHAS; MUCHISIMAS GRACIAS !!!
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