Antes de que la pandemia impactara de manera brusca en la vida cotidiana de los argentinos, el mercado de los combustibles venía experimentando signos de franca recuperación. El congelamiento de los precios – llevan seis meses sin cambios- fue fundamental para que ello suceda, pero también algunos tenues atisbos de avances en materia económica colaboraron para mejorar las estadísticas.

Así lo confirma un reciente informe dado a conocer por la Secretaría de Energía, que sostiene que las ventas al público durante el segundo mes del año fueron 3.4 por ciento superiores a las de febrero de 2019.

El producto de mayor crecimiento fue la nafta Premium (+8.91 por ciento), seguida por la súper (+3.43 por ciento), diésel Grado 3 (+2.74 por ciento) y gasoil (+2.27 por ciento). En total fueron 1.343.376 los metros cúbicos distribuidos por las Estaciones de Servicio durante este período.

Entre las empresa, AXION energy fue la que más aumentó los litros expendidos por este canal, 7.09 por ciento, mientras que Shell escaló 6.8 por ciento e YPF 2.65 por ciento. La petrolera estatal en tanto obtuvo el 55 por ciento del market share, Raízen el 21 y la ex Esso, 13.5 por ciento.

MARZO CAÍDA HISTÓRICA

Si bien por el momento no hay cifras oficiales, fuentes del sector pronostican que los datos de marzo arrojarán un derrumbe histórico. El presidente de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), Gabriel Bornoroni, aseguró que la venta de combustibles en su conjunto cayó 80 u 85 por ciento a raíz de la implementación del aislamiento obligatorio para prevenir la expansión del coronavirus.

El número refleja el alto nivel de acatamiento a las restricciones dispuestas por el Gobierno y adelanta un duro impacto en la actividad.

En la misma línea, Daniel González, CEO de YPF, afirmó que la demanda de naftas está 70 por ciento debajo de los días anteriores y la de gasoil, más cerca del 50 por ciento.