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En Y-TEC se prueba la maximización de los beneficios de los combustibles para determinar rendimiento, protección y cuidado de los motores.
Y-TEC fue creada en 2012 con la misión de brindar soluciones tecnológicas a un sector medular como es el energético. La compañía, con sede en Berisso, pertenece en un 51 por ciento a YPF y el 49 por ciento restante al Conicet, constituye el centro tecnológico más grande el país.
Al presente, dispone de más de 13 mil metros cuadrados de superficie, 47 laboratorios, 12 plantas piloto, más de 300 investigadores y becarios, más de 50 tecnologías en desarrollo y 33 patentes.
Ayer, cumplió sus primeros diez años de existencia. El presidente de YPF, Pablo González, participó de la celebración.
Junto a demás funcionarios de la compañía, recorrió las instalaciones de UNILIB, la planta de desarrollo de baterías de litio que Y-TEC lleva adelante con la Universidad Nacional de La Plata y con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Es que uno de los ejes principales para Y-TEC son las energías renovables. En este sentido, los aportes en relación al litio, se vinculan a un mayor y mejor aprovechamiento del “oro blanco”, que podría ser empleado para la electromovilidad, esto es, para promover el crecimiento local del parque automotor de eléctricos.
Pero además del litio, hay otro núcleo de desarrollo más en el que Y-TEC concentra actualmente sus esfuerzos: el hidrógeno verde. Para ello se creó “H2ar”, un proyecto que representa la unión de más de 30 empresas interesadas en protagonizar la transición y exprimir el potencial que tiene el país para generar energías bajas en carbono.
Del acto participaron además el presidente de Y-TEC, Roberto Salvarezza y la presidenta del CONICET, Ana Franchi, entre otras autoridades nacionales, profesionales y municipales.
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