Expertos en energía sostienen que la desaceleración del consumo de naftas y gasoil en las estaciones de servicio se debe casi exclusivamente a cuestiones generales de la macroeconomía; minimizaron la incidencia de los aumentos de precios en surtidor pero advierten que la demanda puede reaccionar a la baja por ajustes al público.

Las principales actividades atraviesan un contexto más complicado que años anteriores, en principio por los efectos de la inflación – superior al 30 por ciento – sobre los costos operativos. Por eso, en la mayoría de los rubros el objetivo de máxima es mantener el nivel de producción de 2013, ante un panorama político incierto, marcado por un año pre-electoral y por lo tanto de conflicto.

Gerardo Rabinovich, directivo del Instituto Argentino de Energía “General Mosconi” explicó cómo afecta este presente de la situación industrial y comercial sobre las bocas de expendio: “todo indica que hay una desaceleración en el crecimiento de la demanda de combustibles que probablemente continúe el próximo año”.

El especialista aclara que el consumo de naftas creció en febrero un 3,4 por ciento por ciento, comparado con el mes anterior, y que en la relación interanual, respecto del mismo mes de 2013, se refleja un incremento del 8,3 por ciento, de acuerdo a datos oficiales.

“En el caso del gasoil cayeron las ventas en el mes de febrero, tendencia que se incrementará este año y que es muy probable que en 2015 caiga en valores absolutos”, diferenció. “Estamos viendo que los datos de marzo confirman esta tendencia”, mencionó.

En cuanto a las causas, Rabinovich evalúa que “por ahora detectamos un retroceso de la actividad económica como causa principal” del descenso de los despachos. Sostuvo que en el mercado los ajustes de las pizarras “tienen baja elasticidad a los cambios”, al menos en lo inmediato. Respecto del largo plazo indicó que “la demanda reacciona en sentido inverso a los precios con más fuerza y puede acompañar e intensificar un cuadro recesivo”.

Los expendedores del interior del país advierten que en algunas zonas las entregas bajaron entre un 15 y 20 por ciento.