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Desde que asumió en funciones el ahora renunciante presidente y CEO de la petrolera estatal, los despachos de naftas y gasoil en las bocas de expendio treparon muy por encima que el resto de las marcas.
A poco de comenzar el otoño de 2012, Miguel Galuccio asumía al frente de la dirección de la petrolera, en sintonía con la entrada en vigor de la ley de expropiación del 51 por ciento de las acciones de la compañía a la española Repsol.
Galuccio, un experto en hidrocarburos, estrenó sus funciones con una reunión con trabajadores de la empresa en Comodoro Rivadavia. Era toda una señal, un hecho emblemático que caracterizaría su gestión enfocada en retomar la senda del autoabastecimiento energético de la mano de los yacimientos no convencionales.
Para lograrlo, el “Mago”, como lo llamaban en el sector, convocó a todos los que participaban de la operatoria de YPF, entre ellos a los estacioneros. Fue durante una premiación del programa de gestión de calidad +YPF, que distinguió a los 50 operadores más destacados. Allí les adelantó algunos de sus objetivos: aumentar el 20 por ciento de la utilización, el 10 de capacidad de refinación y el 10 del factor de conversión, con la intención de incrementar en el orden del 43 por ciento la producción de combustibles.
Durante su presentación oficial ante los expendedores, Galuccio destacó la importancia del rol que tienen las estaciones de servicio en el abastecimiento del país. Los alentó a fortalecer los lazos de confianza que los une históricamente y a trabajar para construir una red de excelencia, enmarcada en un programa de seguridad y cuidado del medio ambiente y gestión profesional.
A cuatro años de aquel anuncio, los números alcanzados por YPF confirman la consecución de sus proyecciones: las bocas de la petrolera no solo fueron las que más crecieron en ventas durante este período, sino que duplicaron a sus competidoras.
Así se desprende de un análisis comparativo efectuado por el Ministerio de Energía respecto al comportamiento del mercado entre 2011 y 2015, el que destaca un escalamiento interanual de los volúmenes de expendio al público del 10 por ciento, mientras que el nivel general el índice no superó el 4.
Como parte de su estrategia comercial, Galuccio hizo foco en los productos Premium, de ahí que fueron los de mayor expansión (34 por ciento en el diésel y 33 en la nafta). La súper también se mantuvo en buenos niveles de consumo: trepó 27 por ciento, en tanto que retrocedió el consumo de gasoil G2.
La evolución del market share también fue otro de los logros de Galuccio: mientras que a principios de 2012 disminuía la elección de los consumidores, actualmente, y a pesar de no diferenciarse en precio del resto de las empresas, 6 de cada 10 automovilistas prefieren cargar en YPF.
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