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El Economista Gustavo Lahoud, planteó sus reparos acerca de la restitución del nivel de ventas en octubre próximo como pronostican los expendedores. “La reposición del empleo y de los salarios del consumidor será muy lenta”, comentó.
El experto en temas energéticos, Gustavo Lahoud, explicó en diálogo con surtidores.com.ar que “la situación del expendio de combustibles en el contexto de las medidas del aislamiento obligatorio, se presenta profundamente crítica, porque resulta difícil pensar en un escenario de mejoramiento a corto plazo, dado que la pandemia y la cuarentena, aceleraron el problema de la caída permanente de la demanda”.
Aseguró que la venta de combustibles, se vio afectada cuando entró en crisis la dolarización de los precios mayoristas de la energía, con tendencia negativa en el último semestre del 2019, junto con lo mismo que les sucedió al consumo de servicios de energía eléctrica y gasífera.
“La cuarentena ofició como una especie de Cisne Negro, con el deterioro imprevisible de la oferta productiva del país, que hizo que a pesar de que la actividad estacionera fue considerada esencial y estratégica, depende del movimiento general del mercado”, dijo.
Así las cosas, analizó que “como la recomposición de la economía y del poder adquisitivo de los salarios, tardarán en reponerse un plazo muy largo, automáticamente sucederá lo mismo con la comercialización de combustibles”.
En el mismo contexto aseveró que otro problema viene arrastrándose durante los últimos años, relacionado con la concentración del mercado de las naftas, el cual, estuvo acompañado de la inexistencia de políticas claras que ayudaran a los dueños de Estaciones de Servicio que no tenían bandera y a parte de las que sí la tenían, para sostener la rentabilidad.
“No se pensó desde el Estado en un redimensionamiento del eslabón más débil de la cadena”, asestó Lahoud.
Pronosticó por otra parte que el barril criollo puede tener una consecuencia positiva sobre la posibilidad de mantener la producción de petróleo, pero distorsionará mucho más la actividad minorista, básicamente porque no hay ventas.
“El impacto será primero sobre los refinadoras, pero en una segunda instancia, perjudicará la ya realidad crítica, sin tener en cuenta el futuro incierto que le puede esperar a las pymes familiares que sostienen este negocio”, pronosticó.
Finalmente, reiteró su postura ya conocida sobre el rol indispensable de la petrolera YPF, para regular los precios a nivel mayorista y sostener al sector refinador, porque opinó que “el barril a 45 dólares no se podrá mantener durante muchos meses”, sentenció.
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