Distribuidores de combustibles mayoristas sienten la caída de la demanda

“Hoy somos bomberos, abastecemos cuando la petrolera no pudo entregar a tiempo”, grafica el panorama de los distribuidores de naftas y gasoil Ángel Enrique Taddei, titular de Leveal, una empresa dedicada a la comercialización de combustibles, con sede en la localidad de Carmen de Areco, Provincia de Buenos Aires.

El empresario lamenta que a diferencia de años anteriores “la demanda no es sostenida”. Encuentra un factor determinante en este proceso y tiene que ver con la “competencia desleal por parte de las petroleras”, quienes venden a los centros de distribución apenas a 20 centavos de diferencia que a una compañía de transporte o del agro, que con gastos de logística incluidos no dejan margen para los operadores mayoristas.

Por eso Taddei ve con buenos ojos una legislación que ponga coto al avance de los proveedores a los consumidores finales. “En nuestro caso cayeron las ventas aproximadamente un 6 por ciento en relación a 2013”, indica, considerando todos los productos en el acumulado del año.

Para colmo, al igual que las estaciones independientes, los mayoristas tienen que abonar el stock por anticipado, pagando importantes comisiones bancarias. “El sistema financiero no acompaña al negocio, sacando los bancos estatales, Nación y Provincia; hoy para trabajar hay que tener una espalda muy grande y la verdad es que no sobran ventas”, sostiene.

¿Cómo se hace para resistir en estas condiciones? Taddei pone el acento en la atención al cliente, la velocidad de las entregas y garantizar la calidad de los productos durante el transporte. De todas maneras, aclara que “así y todo no alcanza”.

En su opinión el aumento del precio de los combustibles influyó de manera negativa. “Se ha hecho tan caro que por centavos el consumidor te cambia por otra empresa”, alerta. De acuerdo a los movimientos del sector analiza que “las perspectivas no son alentadoras”.