“Van a exponer salir a más gente relacionada con el rubro al peligro de contagio para estar al servicio de una menor cantidad de usuarios que ni siquiera van a acercarse a los talleres porque no usan los automóviles debido a la cuarentena”, alertó en diálogo con surtidores.com.ar, el Presidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipos Completos de Gas y Afines (CAPEC), Horacio Magraht.

Se refirió de esta forma a la resolución del ENARGAS que autorizó a Talleres de Montaje, Productores de Equipos Completos, Centros de Revisión Periódica de Cilindros, y sus Representantes Técnicos “a trabajar durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio con el fin de realizar las operaciones de renovación de obleas y el consecuente mantenimiento de las instalaciones de los vehículos propulsados a gas natural comprimido únicamente a vehículos cuya oblea de habilitación hubiera vencido en marzo de 2020 y cuyo titular del trámite sea sujeto exceptuado por la normativa emitida en el marco de la emergencia sanitaria y cuente con el certificado para circular expedido por la autoridad correspondiente…”

El titular de la entidad empresaria anunció que de forma inmediata se le envió una nota al Interventor del ENARGAS, Federico Bernal, con copia al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, al Ministro de Salud, Ginés González García, a su par de Producción, Matías Kulfas y al Secretario de Energía, Sergio Lanziani, para expresarle la preocupación del sector por esta decisión gubernamental.

Al respecto aclaró que la decisión “se contradice el cúmulo de medidas dispuestas por otros órganos del Estado para prevenir e impedir la propagación masiva del coronavirus COVID-19, al permitir la apertura de 1291 establecimientos, que deberían de movilizar al menos a 3938 dependientes propios para operar y cumplimentar las labores autorizadas”.

En la carta, la CAPEC detalla que durante los días trabajados en marzo se realizaron 68234 trámites de revisión anual y renovación de oblea y agrega que la diferencia entre estos números arroja que a la fecha existen 31615 vehículos con oblea vencida e impedidos de cargar GNC; lo cual hace suponer que dicha cantidad constituye casi la totalidad de trabajadores no esenciales, los cuales no utilizan la unidad durante los días de cuarentena.

En este contexto, la misiva destaca que el Estado acertadamente entendió que en las circunstancias actuales, el riesgo para la seguridad pública de contagio y propagación de la enfermedad que azota al mundo es mucho mayor que el de un conductor manejando con la licencia vencida o el de un automotor circulando en estado mecánico defectuoso.

Basados en estos justificativos, los integrantes de la CAPEC propusieron que se aplace por el término de 30 días la validez de las obleas ya vencidas, atendiendo la situación especial a la que se enfrenta el país.

En este punto, puntualizan que “esto permitiría a todos los trabajadores esenciales que circulan a GNC seguir utilizando un combustible nacional y económico mientras cumplen con su loable labor”.

Por último afirman que la prorroga evitaría que más de 4000 argentinos salgan de sus casas a diario, amenazando los éxitos que el aislamiento social, preventivo y obligatorio tuvo hasta el momento.