La legisladora comunicó a este medio que luego de las caídas en las ventas que causó la pandemia y la falta de certidumbre de los consumidores de naftas y GNC, comenzó a trabajar con sus pares del bloque que integran la Comisión de Energía y Combustibles, en un texto para poner en agenda parlamentaria los reclamos que están llevando a cabo los dirigentes estacioneros.

La representante de Río Negro, recalcó que, a su entender, sería necesario que las Cámaras del rubro participen más activamente de las decisiones en materia energética, a la vez que lamentó que los dueños de bocas de expendio no formen parte de la mesa de decisiones entre gobierno y petroleras a la hora de modificar precios y condiciones de comercialización.

Matzen advirtió que según el análisis que viene realizando en los últimos días, son muchas las Estaciones de Servicio blancas que están por debajo del punto de equilibrio y corren riesgo de dejar a los consumidores de los pueblos más alejados de las grandes urbes, sin la función social que estos establecimientos cumplen cada día.

Entre otros conceptos, la diputada avisó que incluirá en la iniciativa, las necesidades relativas a las altas cargas impositivas que debe pagar el sector, como así también, los gastos bancarios en materia de operatoria con el manejo de dinero en efectivo.

Otra cuestión a tener en cuenta pasa por la abundancia de puestos ilegales de venta de naftas y gasoil, por afuera de la red de comercialización autorizada, que no solamente atenta contra la competencia, sino que pone en peligro a poblaciones enteras, tanto en el cuidado del ambiente como por el mal uso y manipulación de sustancias peligrosas.

Además impulsará un debate sobre el pago con tarjeta de crédito y los nuevos métodos de pago electrónico con QR o débito, porque los tiempos y las comisiones que se imponen desde el sistema financiero, son imposibles de sostener para los operadores que no cuentan con liquidez en tiempo y forma para reponer el combustible que venden.

Finalmente, Matzen reconoció que la problemática de la actividad no está visibilizada en la sociedad con la responsabilidad que estos comercios cumplen tanto en tiempos normales como en la pandemia, transformándose en el eslabón más débil de una cadena que paradójicamente mueve mucho dinero diario, sin rentabilidad justa.