El Diputado nacional por el partido Salta Somos Todos, Alfredo Olmedo, propuso un proyecto de Ley que tiene por objeto impulsar la sustentabilidad del servicio de pasajeros de taxis y remises en todo el ámbito de la República Argentina, otorgando a tal fin el beneficio fiscal de la eximición del Impuesto al Valor Agregado.

Olmedo hizo foco en los aumentos de precios aplicados sobre los combustibles fósiles, en particular, el Gas Natural Comprimido, que han tenido su impacto negativo en todo los sectores de la sociedad,  con consecuencias aún más profundas en los servicios de transporte de pasajeros debido al peso relativo que los combustibles tienen en la estructura de costos de dichos servicios, los cuales por su parte no gozan de ningún tipo de subsidios, a diferencia de lo que sucede con el transporte de ómnibus y por ferrocarril.

El parlamentario, que se caracteriza por vestir camperas amarillas,  señala que el servicio se encuentra en una encrucijada terminal: por un lado, la denominada “inflación de costos” que incluye además los aumentos de precios en los componentes e insumos que hacen al mantenimiento corriente de los vehículos y, por el otro, las ventas, las cuales se han visto disminuidas por la caída general de consumo que impacta de manera diferencial dada la elevada elasticidad con respecto al ingreso de los habitantes.

Según explica el texto de la iniciativa, el beneficio será aplicable únicamente cuando la venta del combustible se realice en la jurisdicción emisora del certificado que habilita al conductor a prestar cualesquiera de los servicios de transporte de pasajeros especificados.

Asimismo establece que para gozar del subsidio, el conductor del taxi o remis deberá exhibir ante la Estación de Servicio, el certificado la licencia que lo faculta a brindar la prestación emitida por autoridad competente.

LOS TAXIS PIDEN SUBSIDIOS AL GOBIERNO PARA LA CARGA DE GNC

Para las entidades, la retracción general del consumo, la aparición de Uber y el aumento de los precios de los combustibles están llevando a que muchos peones de taxi abandonen el oficio. “Pese a ser un servicio público, no tenemos subvenciones”, dijo Enrique Celi, presidente de la Unión de Propietarios de Automotores con Taxímetro (UPAT).