Las fiestas de fin de año y las vacaciones de verano suelen traducirse en un mayor consumo en los surtidores, lo cual brinda un respiro a un sector que viene de un año complicado, con caída en las ventas y fuertes presiones inflacionarias. Sin embargo, esta esperada recuperación trae consigo una gran incógnita: ¿evaluará el Gobierno este fenómeno para aplicar un ajuste fiscal que afecte al precio?

Antonio Rossi, especialista en temas de combustibles, señaló en diálogo con surtidores.com.ar que, aunque la inflación de octubre cerró en un 2,7 por ciento, el Ministerio de Economía parece encaminado a un proceso de desinflación que apunta a que las principales variables macroeconómicas converjan en un rango del 1 al 2 por ciento mensual.

Cambios en el componente impositivo: Aumentaron los precios de los combustibles 2.75 por ciento promedio en todo el país

“Con la actual moderación en la inflación, es posible que el ministro Luis Caputo opte por destrabar los ajustes en los impuestos a los combustibles“, comentó Rossi.

Otro factor que podría jugar en favor de un ajuste menos severo es el comportamiento de la inflación en los próximos dos meses. Según anticipó el presidente Javier Milei, si los índices se mantienen similares a los de octubre, el Gobierno tiene en agenda reducir la devaluación mensual del 2 por ciento al 1 por ciento, lo cual podría descomprimir la presión sobre los precios en las bocas de expendio.

“Esta medida, de ser implementada, beneficiaría no solo a los consumidores finales, sino también a las Estaciones de Servicio, que enfrentan un 2024 con demandas de ajuste en la carga tributaria que afecta directamente a su rentabilidad”, aseguró Rossi.

Para su visión, al margen de las decisiones internas, la cotización internacional del petróleo es otro factor clave en esta ecuación. En las últimas semanas, el mercado ha mostrado una estabilidad que, según algunas consultoras, podría mantenerse o incluso reducirse levemente en los próximos meses.

En ese aspecto, Rossi concluyó que de continuar así, el impacto en los precios de los combustibles sería menos drástico, siempre y cuando las autoridades decidan no trasladar por completo el peso de los impuestos a las pizarras.