Funcionó entre los siglos II y IV d. C
Un hallazgo arqueológico en Inglaterra, revela una zona de descanso y aprovisionamiento que incluía servicios para viajeros y sus caballos, junto con comida rápida y atención equina.
Los romanos no sólo innovaron en la construcción de vías, sino también en la atención a los viajeros. Un equipo de arqueólogos acaba de descubrir en los Cotswolds, a unos 8 kilómetros al sur de Cheltenham, lo que podría considerarse una versión antigua de las Estaciones de Servicio modernas.
El sitio, probablemente en funcionamiento entre los siglos II y IV d. C., servía como punto de descanso para los viajeros y sus caballos. Según los arqueólogos, esta mutatio —término latino que significa “cambio” y designaba estaciones para el reemplazo de caballos— también ofrecía comida rápida. Entre los restos encontrados hay hornos primitivos que sugieren que se preparaban alimentos como pan, carne e incluso caracoles.
Dentro del yacimiento, los arqueólogos identificaron un asentamiento compacto que ocupaba cerca de ocho hectáreas y que probablemente atendía al intenso tráfico comercial de la Ermin Way, una importante vía romana que conectaba ciudades clave como Silchester (Calleva Atrebatum), Cirencester y Gloucester.
Alex Thompson, director de proyectos de Oxford Cotswold Archaeology, destacó la relevancia del descubrimiento: “Los romanos pueden atribuirse el mérito de muchas cosas, y probablemente inventaron la idea formal de una Estación de Servicio, al menos en Europa. Este hallazgo superó todas las expectativas”.
Según Thompson, el asentamiento podría haber funcionado como establo, alojamiento para viajeros y lugar de cuidado para caballos. El edificio principal, de diseño simple y compacto, contaba con dos habitaciones y un patio exterior. Una estaba destinada al cuidado equino, como lo evidencian los restos de arneses y bridas, mientras que la otra albergaba efectos personales de los viajeros y hornos para cocinar. También se halló un molino de piedra utilizado para producir harina, lo que indica que el pan era un alimento básico.
“Dado que identificamos numerosos hornos tanto para cocinar como para procesar cultivos, además de varios ejemplos de piedras de molino utilizadas para moler cereales, es probable que el pan hubiera sido un alimento esencial para los viajeros”, agregó Thompson.
El hallazgo no solo resalta la sofisticación de la logística romana, sino también su capacidad para satisfacer las necesidades de los viajeros en rutas de largo recorrido. Los objetos recuperados serán catalogados y exhibidos en museos locales para promover el conocimiento histórico de la región.
Este descubrimiento refuerza la idea de que, incluso hace casi 2.000 años, las necesidades básicas de los viajeros eran sorprendentemente similares a las actuales: un lugar para descansar, alimentar a sus acompañantes —en este caso, caballos— y reponer energías antes de continuar el viaje.
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