Descartan que las refinerías desarrollen nuevos combustibles de mayor calidad

En las estaciones de servicio de nuestro país se ofrecen dos variedades de naftas, como ocurre en gran parte del mundo: la súper, que tiene 95 octanos y es la más accesible al bolsillo, y la Ultra, con 97, enfocada a los rodados más modernos y sofisticados.

No sólo se diferencian por la mayor potencia. Hay diversos elementos que entran en juego, principalmente por los aditivos que se utilizan en el proceso de producción, además de las sustancias que contienen los hidrocarburos, entre ellas, el nivel de azufre.

¿Hay posibilidades de aumentar la pureza en el corto plazo? Eduardo Barreiro, licenciado en Química, consultor en temas de Energía y director de la Society of Petroleum Engineers, regional Argentina, considera que las destilerías locales “no tienen infraestructura para producir una nafta de 102 RON y 92 MON, por citar un ejemplo”.

Sin la incorporación de nuevas tecnologías y equipos, analiza que sólo podrán aparecer anuncios de “maquillaje”, es decir, combustibles con nuevos antioxidantes y colorantes, que en su opinión “no son de mayor calidad”, desde el punto de vista técnico.

Respecto de la investigación en esta área, Barreiro explica que “las refinerías no desarrollan en forma independiente los nuevos combustibles”, debido a que “no tienen capacidad”. Para avanzar en esta dirección hace falta destinar espacio físico, personal especializado y recursos. Requiere de testeos y pruebas que no se pueden resolver en poco tiempo.

En el caso de YPF, el experto aclara que genera conocimiento a través de su brazo tecnológico, Y-TEC, empresa en la que el CONICET tiene una participación accionaria del 49 por ciento. El resto de las plantas de capital extranjero, diferencia que “generalmente lo hacen parcialmente con su casa matriz”.

En estas condiciones que presentan las instalaciones a nivel general, el especialista con vasta experiencia en el negocio petrolero, descarta que la nafta súper sea retirada de los surtidores en los próximos años.

Los cambios serán motorizados por la evolución de las normas EURO, que van marcando la cancha en gran parte del mundo. Puertas adentro, también influyen las determinaciones de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), organismo que agrupa a once de las terminales automotrices más importantes que fabrican automóviles.