DAPSA resignó exigencias de rentabilidad para contener a su red de expendedores en la pandemia

¿Cómo atraviesan las contingencias del Aislamiento Preventivo Obligatorio?

Este período de freno en la actividad, nos brindó la posibilidad de mejorar ciertos procesos en beneficio de la interacción con nuestra red de operadores y a nivel interno de la empresa en materia de administración y logro de objetivos. Especialmente en lo referente a la comunicación, mediante el uso de las nuevas herramientas tecnológicas, las cuales ya veníamos implementando desde hace dos años, más allá de la cuarentena, lo que nos facilitó las cosas para enfrentar este momento.

¿Qué destaca de esta nueva modalidad del Home Office?

Nos fue útil para ejercer una contención en el sector de Recursos Humanos y para la incertidumbre de los expendedores, que fue muy profunda en los comienzos de la cuarentena, más que nada, a causa de la burocracia del sistema bancario, que provocó una crisis importante en la cadena de pagos y la logística de cheques rechazados que todavía se está sintiendo, pero que logramos acomodarnos en la medida que se refundaron los roles de cada sector.

¿Cuáles son las dudas o planteos más comunes que sus estacioneros le transmiten en este tiempo de cuarentena?

Es destacable la buena voluntad de los operadores por mantener una línea directa con nosotros a través de las nuevas formas de comunicación digital vía internet y por ello, implementamos charlas, conferencias y hasta capacitaciones a distancia sobre medidas preventivas y protocolos, que ayuden tanto a empresarios como a los empleados de las bocas de expendio a manejarse y sentirse acompañados en este contexto social, donde deben cumplir con su deber de actividad esencial.

¿Qué otro detalle pudo verse en este nuevo panorama de trabajo remoto?

Como debimos suspender abruptamente el proceso de rembanderamiento, aprovechamos para que aquellas Estaciones de Servicio que están a mitad de camino, puedan mejorar sus trabajos preliminares, como ser, la limpieza, la desinfección, pintura del establecimiento y acondicionamiento, a la espera que se flexibilicen las restricciones y se puedan retomar la instalación de las estructuras y la imagen.

¿Cómo están proyectando las acciones a implementar a medida que se vaya permitiendo la reactivación?

Además de las constantes capacitaciones y comunicación con los expendedores de nuestra red, también avanzamos en convenios con “Mercado Pago”, con el objeto de que se flexibilicen las condiciones tecnológicas y se facilite el acceso de todos los operadores a las nuevas formas de pago electrónico, porque sabemos que entraremos a una nueva normalidad, por lo menos hasta que aparezca la vacuna contra el Covid 19 y a pesar de ello, habrá metodologías y operaciones que serán parte de la actividad económica cotidiana de las próximas generaciones a las cuales deberemos estar adaptados.

¿Qué aspectos de la operatividad de la empresa debieron adaptar a las exigencias del aislamiento para seguir adelante a pesar de la crisis sanitaria y económica?

Fortalecimos los planes de relación directa con las necesidades de nuestros operadores y resignamos exigencias de rentabilidad para centrar los esfuerzos en acompañarlos, a la espera que vaya recuperándose el mercado y lo que pueda surgir de la implementación del barril criollo. Por ello, brindamos un refuerzo en la logística y buscamos mayor disponibilidad de producto, mejor calidad y llevamos adelante bonificaciones adicionales.

¿Estas iniciativas tuvieron buena recepción entre los estacioneros de la marca?

Pudimos acomodarnos al mercado y reforzamos el compromiso con ellos, especialmente para que todos los actores de esta empresa sepan que nuestro proyecto no termina en hacer un negocio ocasional y pasajero, sino que estamos trabajando junto a los expendedores para un plan a 50 años de crecimiento conjunto.

¿Piensan inaugurar nuevas bocas para fin de año a pesar de la cuarentena?

De hecho, mientras duró este tipo de restricciones a la economía, estuvimos firmando convenios y acuerdos, como también cerrando negociaciones con cien empresarios, que serán concretados cuando se vuelvan a autorizar la apertura de los estudios jurídicos, los tribunales y las escribanías. Con esto, esperamos anexar un centenar de puntos de venta a las 67 expendedoras que ya están embanderadas para fin de este año.

¿Qué otros detalles pudieron lograr a pesar de la imposibilidad de operar con normalidad a causa de la pandemia?

Los proyectos postergados rondaron los 60 días, pero se logró terminar la construcción de una tienda de conveniencia de la franquicia “Stop&Go”, en la localidad de San Pedro y generar también, acciones de promoción, comunicación y nueva imagen que serán de utilidad a la salida de la cuarentena.

Finalmente ¿Qué balance económico pueden hacer de estos dos últimos meses de crisis sanitaria teniendo en cuenta la caída en las ventas que debió enfrentar el sector estacionero?

Podemos decir con orgullo, que en comparación con las demás petroleras, el nivel de expendio general fue entre el 13 de marzo y estos días de mayo, de un 26 por ciento por debajo de la media, lo que en comparación con las demás marcas es mucho más favorable, teniendo en cuenta que rondaron el 70 y 80 por ciento de caída. Sin embargo es preciso atribuir también este fenómeno a que las bocas de expendio de DAPSA, tienen particularidades que ayudaron en nuestra campaña de acompañamiento a los operadores, como la localización geográfica de alguna de ellas, donde el golpe social de la pandemia no fue tan profundo como en el casco urbano y el récord de cosecha de granos ayudó a emparejar los números generales.