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Cada vez más automovilistas utilizan dinero plástico para abonar la compra de combustible ¿A qué se debe esta tendencia? Mientras que antes los expendedores rechazaban esta modalidad ahora la aceptan. Se nota un cambio de actitud, ocasionada por las modificaciones que presenta el negocio: aumentos de precios y caída de la demanda.
Los consumidores de naftas y gasoil ya no disponen del efectivo necesario para afrontar una carga completa del tanque. Es que por los aumentos de precios, superiores al 40 por ciento anual, el litro de nafta súper ya ronda los 13 pesos, dependiendo de la marca que se tome como referencia.
En un tanque de 50 litros, implica sacar de la billetera 600 pesos para entregarle al playero, prácticamente un 10 por ciento del sueldo básico de un empleado tipo. Carlos Pinto, gerente general de la Cámara de Expendedores de Río Negro y Neuquén (CECNERN) nota un cambio de actitud en los usuarios: “se vende mucho con tarjeta, cada vez se extiende más el período, antes los automovilistas las usaban sólo sobre fin de mes, ahora en cambio también en los primeros días”. Sin dudar, el empresario asegura que “se va incrementando su uso”.
Pinto entiende que hay dos factores importantes que llevan a esta nueva modalidad de pago. “Por un lado, los montos que se manejan para comprar combustible son más altos que antes; por otra parte, a la gente el efectivo se le termina más rápido, no le alcanza el sueldo”.
Las estaciones aceptan estas opciones, a pesar de que les implica un costo que en algunos casos representa el 50 por ciento de la utilidad. Pinto detalla que las entidades financieras cobran el 1.5 por ciento de la facturación y pagan a los 28 días. Esta demora del depósito genera un desgaste mayor, por efecto de la inflación.
En definitiva, Pinto advierte que el operador termina recibiendo aproximadamente un 3.5 por ciento menos de lo que significó el total de la carga. Para los locales de YPF, que la petrolera establece un margen del 8 por ciento, implica un 50 por ciento de su utilidad.
El resto de las banderas, explica el dirigente, reciben las tarjetas “como alternativa para mantener el nivel de despacho”. Es la táctica que utilizan para enfrentar los bajos precios de la estatal, empresa que viene creciendo en forma sostenida en cuanto a participación de mercado.
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