A pesar de la liberalización de los precios de los hidrocarburos, el desfase de la operatoria cotidiana que esmerila el capital de trabajo de los operadores de combustibles se mantiene vigente, pero obedeciendo a otro tipo de patrones, fruto de la oficializada caída del poder adquisitivo de los salarios.

En este marco de crisis, los expendedores que buscan fidelizar clientes y recuperar la demanda, se vieron enfrentados a una disyuntiva: dejar de aceptar el pago con tarjeta de crédito o recurrir a algún tipo de alternativa financiera que cubra los días de espera para la acreditación de las ventas con plástico.

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Al respecto, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de San Luis, José Gianello, detalló a surtidores.com.ar que los asociados están optando por recurrir a que los bancos donde poseen sus cuentas respectivas, buscando así cubrir la diferencia necesaria entre el tiempo que tarda en impactar el dinero en cuenta y la urgencia de abonar el importe total del producto cuando llega el camión cisterna a la Estación de Servicio.

Gianello recalcó que “de ambas maneras estamos perdiendo dinero, pero es menor el costo de la comisión que nos cobra el banco comparado con los intereses que cobra cada petrolera por el descubierto”.

Según el dirigente, esta opción es preferible antes de llegar a tomar la drástica decisión de dejar de aceptar compras con tarjetas de crédito, ya que “la caída en la cantidad de litros despachados es tan grande que debemos brindarle a los consumidores cualquier modalidad para sostener el negocio”, dijo.

Vale destacar que este tipo de convenios entre bancos y Estaciones de Servicio se conoce como “anticipo de ventas con tarjeta de crédito” o “adelanto de fondos“. Bajo este acuerdo, los establecimientos pueden acceder al importe de las ventas realizadas de manera anticipada, antes de que se cumpla el plazo regular de liquidación.

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Finalmente, el banco realiza un adelanto de fondos al comercio, depositando en su cuenta bancaria el monto correspondiente a las ventas realizadas con este mecanismo. Cuando llega el momento de liquidación, el banco descuenta la comisión acordada previamente, reteniendo este monto del total de las transacciones realizadas.

Por último, el titular de la institución puntana aconsejó que si bien este tipo de acuerdo puede resultar beneficioso, ya que permite acceder a los fondos de manera más rápida y mejorar el flujo de efectivo, también implica un costo adicional, que cada uno deberá evaluar si resultan convenientes en función de sus necesidades financieras.