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Estos rodados, con autonomías de hasta 60 kilómetros, permiten a sus usuarios prescindir de la recarga en las bocas de expendio, motivo por el cual las Estaciones de Servicio tendrán que reinventarse para ofrecer otra gama de opciones a sus clientes.
Se enchufan durante la noche y funcionan durante el día. Según Omar García, Director General de Lucky Lion, empresa que comercializa motocicletas eléctricas, el mercado de estos rodados está en franco ascenso a pesar de la irrupción de la pandemia.
“Es un producto que tiene mucho para crecer; siempre está en una etapa de crecimiento a pesar de los vaivenes del país”, confía, en diálogo con surtidores.com.ar.
El ejecutivo explica que las motos eléctricas son “un vehículo que economiza a comparación de uno de explosión, porque no gasta en combustible, ni aceite, ni en servicios técnicos, ni filtros, entre otras cosas”.
Aunque advierte que en términos comparativos un rodado eléctrico de las mismas condiciones que uno a combustión interna, en cuanto a velocidad y prestancia, puede costar entre un 20 a un 50 por ciento más, dependiendo de la marca.
Cuenta que las motos eléctricas que se están comercializando en el mercado argentino alcanzan una velocidad de aproximadamente 60 kilómetros por hora, las cuales cuentan con baterías de 60 W o 72 W y 20 amper. “Son ideales para conducir en la ciudad, donde se hacen 20 o 30 kilómetros en el día”, sostiene.
Y agrega: “Hay algunas de mayor amperaje, que permiten más recorrido, donde tenemos de 30 y 40 amper, con autonomías de 60 kilómetros”.
Si la batería está totalmente descargada, una carga completa puede demorar entre 8 a 9 horas, precisa García. Señala que su recarga puede consumir 1,1 kW, lo que “es un consumo muy bajo y generalmente la gente la carga en su casa”.
Asegura que el kW puede costar entre 4 o 5 pesos en Capital Federal y un poco más en otras provincias, donde la electricidad es más cara pero que el precio es sensiblemente menor al de la nafta.
Por lo tanto, los usuarios que cuentan con una moto eléctrica sólo pisarán una Estación de Servicio en la medida que ésta les ofrezca opciones por fuera del expendio de combustibles, como pueden ser los productos de las Tiendas de Conveniencia.
Al respecto, Pedro Llorvandi, referente del Comité de Vehículos Eléctricos de CECHA, cuenta a surtidores.com.ar que están atendiendo este tipo de cambios. “Las Tiendas de Conveniencia serán fundamentales como lugar de estadía, espacio de recreación para que ese cliente que se baja tenga la comodidad para aguardar la carga”, enfatiza el dirigente.
Además, por el mismo propósito, indica que los shops tendrán un rol fundamental en la carga de autos eléctricos, ya que los surtidores de carga ultrarrápida demorarán entre 20 a 30 minutos para ofrecer una recarga adecuada a estos rodados.
“Nuestro propósito es y será que las Estaciones de Servicio abastezcan a todos los vehículos del país que tengan ruedas; esa es nuestra pretensión”, resalta Llorvandi.
Y explica: “Cuando hablamos de combustibles, hablamos de líquidos, de GNC, GNL, eléctrico, todo lo que funcione una vez aprobado por las autoridades del país, abasteciendo los vehículos de antes, los presentes y los del futuro”.
ASPECTO NEGATIVO PARA LAS MOTOS ELÉCTRICAS CON UN COSTADO POSITIVO
Si bien las motos eléctricas pueden ser una buena solución para los usuarios, no todo es beneficio. El propio Director General de Lucky Lion indica que, como aspecto negativo, las baterías tienen una vida útil. La de plomo, que son más económicas, se debe reemplazar cada año y medio o dos años; las de litio, más sofisticadas, deben cambiarse cada tres o cuatro años.
Sin embargo, García indica que, a diferencia de una moto a nafta, las eléctricas no tienen un motor que se desgasta a medida que rueda el kilometraje, sino que el cambio de batería ya contempla esa renovación.
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