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En el marco del creciente desarrollo de Vaca Muerta y su impacto en las localidades estratégicas, los dueños de Estaciones de Servicio están avanzando rápidamente en la ampliación y readaptación de sus surtidores para abastecer la logística de camiones impulsados con gas automotor.
Este fenómeno se ha extendido más allá de la Patagonia Argentina, donde las petroleras y los integrantes de la red de comercialización de combustibles acordaron invertir conjuntamente en infraestructura destinada al abastecimiento de GNC para vehículos pesados.
En particular, el sur bonaerense, en las rutas de Bahía Blanca, adquirió una vital importancia para la empresa NCR, encargada de proveer arena para el fracking en el yacimiento no convencional de Neuquén y Mendoza.
Al respecto, el dirigente de la Cámara Local de Estaciones de Servicio e integrante de la Comisión Directiva de la Federación de Entidades de Combustibles, Mario Parigiani, destacó que en la zona, ya funcionan expendedoras con picos de alto caudal que trabajan con estas 100 unidades de la marca IVECO.
Sucede que Bahía Blanca es una parada intermedia entre la ciudad de Allen donde está la planta de arena y Vaca Muerta, por lo cual se fueron transformando en un punto obligado para el reabastecimiento de GNC, complementando la autonomía para que los vehículos lleguen al punto de destino sin problemas.
Pero este emprendimiento, sin embargo, representa sólo un primer paso en las proyecciones de los demás operadores de combustibles en la zona.
Los expendedores ven en el GNC para camiones una nueva oportunidad de crecimiento en un contexto donde la regulación de los precios de los hidrocarburos líquidos ha limitado la rentabilidad del sector.
Además de ser una alternativa más económica y eficiente, el gas natural comprimido ofrece importantes ventajas en términos de reducción de emisiones contaminantes y contribuye a la transición hacia una energía más limpia y sostenible.
El interés de los estacioneros por integrar los corredores verdes de GNC refleja una tendencia en crecimiento en Argentina y la región. La demanda de esta fuente de energía para el transporte de carga se ha incrementado, no solo por su costo competitivo en comparación con los combustibles líquidos, sino también por sus beneficios medioambientales.
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