Controversia por el reclamo de una distribuidora a Estaciones de Servicio de GNC

Una polémica exigencia de la distribuidora de gas Ecogas a las Estaciones de Servicio que expenden GNC, dio lugar a la formación de una mesa de trabajo regional entre los expendedores  de las provincias que se encuentran dentro del área de influencia y un posterior reclamo al Ente Nacional Regulador de Gas para que desactive la medida.

Todo comenzó con una nota de la empresa intimando a las bocas de carga a “equipotenciar” las instalaciones que forman parte de  la compresión, almacenamiento y expendio de GNC.

El requerimiento se basa en una nota del ENARGAS del año 2007, que indica que de acuerdo con lo establecido en la Norma NAG 418 sección Seguridad en las Instalaciones punto 1-7, “debe existir un sistema que evite las descargas eléctricas sobre estructuras metálicas que transportan o puedan ventear gas”.

Señala que la Asociación Electrotécnica Argentina ha elaborado un documento técnico al respecto en que especifica que la “equipotencialidad constituye un medio muy importante para reducir el riesgo de incendio, de explosión y los riesgos de muerte por choque eléctrico en el espacio a proteger”.

Esto se logra, según el informe, conectando al  Sistema de Protección contra Rayos la armadura metálica de la estructura, la instalación metálica, los elementos conductores extraños y las instalaciones eléctricas y de telecomunicaciones interiores al espacio a proteger mediante conductores de equipotencialidad.

Al respecto, la Federación de Expendedores de Córdoba recurrió a los especialistas, quienes rechazaron su implementación, alegando que se han detectado en innumerables estaciones fallas en la electrónica de los surtidores producto de descargas eléctricas producidas en el momento del arranque del motor del compresor y que llegan al surtidor por la línea de la conexión unificada de las PAT. “No se podría unificar estas puestas a tierra con otras de diferentes resistencias”, apuntan.

En ese sentido destacan que poner en práctica este sistema produciría el efecto contrario poniendo en riesgo la integridad de los surtidores. “Si no ha habido inconvenientes ni graves daños en las estaciones con los actuales sistemas de PAT aprobados, ¿qué justifica un cambio que significa una erogación monetaria importante, sin que represente un beneficio a lo que ya se tiene”, se preguntan.

Finalmente, la nota remarca que los problemas de seguridad en las estaciones, en particular las de GNC, no pasa por las instalaciones u operación de las mismas, sino por problemas que aparecen con los vehículos que se acercan a recarga. “No hay un seguimiento tan frecuente ni con la misma presión sobre los PEC y Tlos talleres como si con las estaciones”, advierten.