Control de calidad en los mini-mercados: la estrategia para garantizar un servicio de excelencia

Ofrecer un producto a un precio más alto que la competencia y tener buen nivel de ventas sólo es posible a través de una mayor prestación. Esto lo entienden las estaciones de servicio y las compañías de bandera, por eso ponen tal atención en contar con diversos artículos y de primeras marcas en las tiendas de conveniencia.

En el caso de Shell, un proveedor de la compañía que comercializa alimentos para sus shops, destacó los estrictos controles que reciben para verificar el estado y calidad, no sólo en el mostrador, sino en la propia planta de elaboración. Llegan representantes de la compañía para chequear todo el circuito productivo.

En la empresa, hicieron mención a los ejes conceptuales de las tareas rutina: “realizamos auditorias de seguridad e higiene de instalaciones y procesos; tenemos manuales de instalaciones y operación. Asimismo brindamos servicio de consultoría y buenas prácticas”.

En el día a día, se evidencia a través de diversas acciones, destacándose los “clientes incógnitos” que recorren todos los locales y las visitas programadas con los operadores. Estos tienen como objetivo calificar y evaluar el respeto por las normas que establece el departamento comercial, con vistas a corregir el servicio y la atención al cliente en caso de irregularidades.

Para las petroleras, el mini-mercado es un punto medular del negocio, porque atrae y mantiene  cautivos a los consumidores. Tal es así que cada vez ocupan una porción más importante de los terrenos en donde se radican las estaciones. La distribución espacial marca la importancia de cada segmento del negocio.

En líneas generales, los de gran porte, aportan rentabilidad, siempre y cuando estén ubicados en las zonas estratégicas. Por parte de Shell, es usual ver puestos en las principales autopistas – Rosario-Buenos Aires, por ejemplo – y en las avenidas más transitadas. Quedan pocos con fachada antigua y en poblados del interior profundo.

Todo va en línea con la visión de la conducción: apostar al mercado Premium, que tiene mayor poder adquisitivo. Para sostener este nicho que exige alimentos y bebidas más sofisticadas, fue necesario ir diversificando la oferta gastronómica, al punto de contar con panificación propia y comidas elaboradas del tipo gourmet.