Comparativo con el dólar
Víctor Bronstein, reconocido analista del sector de los hidrocarburos, sostuvo que en este tiempo de pandemia, los estacioneros deberían ser parte de las negociaciones entre gobierno y petroleras. A fin de mes llega un nuevo ajuste.
Tras el aumento dispuesto por las principales petroleras el pasado sábado, el Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad, Víctor Bronstein, analizó las variables que conforman hoy el precio final en el surtidor.
Como premisa, pronosticó que durante lo que resta del año la recuperación del valor del Brent no superará los valores actuales. Sin embargo destacó que “para diciembre el litro de nafta súper deberá rondar los 76 pesos, o de otra forma, acercarse a la línea de los 80 centavos de dólar”.
En este contexto, donde todos los actores de la cadena de valor de la industria petrolera deben acomodarse a la crisis, afirmó que resultaría conveniente que haya discusiones y acuerdos entre el Estado y las petroleras, con la incorporación a las charlas de los expendedores, “por lo menos hasta que se regularice la economía y las ventas vuelvan a ser las normales”, aconsejó.
También agregó que este protagonismo de los estacioneros influiría en un mejor volumen de despachos.
Asimismo se mostró contrario a elevar el corte con biocombustibles como una forma de reducir el valor final del litro. “Hoy resulta más rentable para el productor de maíz, exportarlo que transformarlo en combustibles” y cuestionó a quienes defienden esta posición porque a su entender, “contribuyen a generar problemas ambientales”.
No obstante opinó que el porcentaje de entre el 10 y el 12 por ciento de mezcla “es un derecho adquirido que debe respetarse”.
TAMBIÉN POR IMPUESTOS
A partir del 1º de octubre, los impuestos a la nafta sin plomo, nafta virgen y gasoil, correspondientes al primer y segundo trimestre del año, sufrirán la actualización postergada por el Decreto 488/2020 que fijó el marco para el Barril Criollo.
En este sentido, de acuerdo al IPC publicado durante el primer trimestre, la inflación acumulada fue del 7,6 por ciento y la del segundo trimestre 5,2 por ciento, totalizando 12,8 por ciento de aumento pendiente que entrará en vigencia en octubre.
Esto implica que si las subas se trasladaran en su totalidad al surtidor, la nafta súper en CABA escalará 3,2 por ciento y el gasoil 2,28 por ciento.
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