Consideran que el sector de combustibles está atravesando un “muy buen momento”

Contrariamente al panorama que suele trazarse por parte de los empresarios Pymes de la actividad de venta de naftas, el Abogado especializado en hidrocarburos, Dr. Marcelo Saleme Murad, alentó que a su entender “se observa un enorme cambio en las reglas del juego que trajo beneficios considerables a los establecimientos expendedores de combustibles”.

Aclaró sin embargo: “El sector de expendio minorista de combustibles está inserto en la Argentina, con todos los problemas que tiene nuestro país, ya que al igual que el resto de la economía, soporta un creciente aumento de costos, tanto laborales cuanto impositivos, que dificultan el desempeño de cualquier actividad”.

Pero específicamente detalló que “es preciso comparar que ahora el combustible líquido sobra, cuando con el Gobierno de los Kirchner había cupos que condenaban a la desaparición a las estaciones, y una intervención permanente del Estado que empeoraba cada vez más las cosas”.

Recordó el letrado que había antes un “congelamiento de precios de facto” que había establecido el entonces Secretario de Comercio Guillermo Moreno, del cual denunció que utilizó una “política que fue absolutamente nefasta”.

Se refirió además a que “se está dando también un cambio en las políticas de las principales empresas petroleras del país”, justificó el hecho en que “en gran parte se debe al cambio en la estrategia que tuvieron por casi veinte años de ganar mercado minorista compitiendo con las Estaciones de Servicio, la cual ahora se ha revertido totalmente”.

Informó Saleme que “incluso estamos presenciando casos  en los que la petrolera le exige a la estación vender cada día más, cuando antes le retaceaban el combustible” y dijo que –  aunque el sector no lo reconozca abiertamente – “la recomposición de los precios al público trajo un alivio muy grande para la rentabilidad de las estaciones”, pero admitió que el problema de volumen sigue vigente.

En ese aspecto explicó que hoy una estación que vende menos de 200.000 o 250.000 litros mensuales tiene una situación “desafiante”, lo cual significa un problema de escala que no se puede solucionar, aún en el caso en que se dicten normas específicas.

Aseguró que esto “es una cuestión de viabilidad del negocio, y la desunión entre los mismos propietarios de estaciones es un elemento muy nocivo”, pero alertó que “la solución viene por una cuestión de uniones para comercialización y compra, y no por el lado normativo”.

Al referirse a estos temas destacó que “las estaciones con combustible consignado están perdiendo rentabilidad ya que en estos casos las comisiones bajan permanentemente, o sea que si bien el sector está mucho mejor que hace dos o tres años, hay desafíos que tienen que ver básicamente con el volumen de ventas y el tipo de contrato que se tiene con la petrolera”.

Finalmente expresó que resulta interesante señalar “que ya no estamos en presencia de una política de baja de banderas, sino que por el contrario, las petroleras compiten para embanderar estaciones, algo que hace poco era impensable”.

Sentenció Saleme que “una reactivación de la economía impactaría muy positivamente en este sector cuanto en muchos otros que la están pasando mucho peor, como por ejemplo el sector de la industria autopartista que está prácticamente paralizado”.