Con los aumentos programados de la nafta, se revaloriza la opción del GNC

“Hoy más que nunca tenemos esperanzas de que los incrementos del precio de las naftas permitan que la actividad del GNC logre recuperarse respecto del mal año que atravesamos en el 2016 ya que no existe forma de que los combustibles líquidos bajen de precio”, expresó Hugo Lamy, titular de CAPEC a surtidores.com.ar.

Al respecto calculó que “como el precio surtidor de los líquidos dependen de tres variables compuestas por  la inflación, el precio del dólar y el barril de petróleo, no se ve en el horizonte que las revisiones cada tres meses del valor de los combustibles tienda a bajar porque cualquiera de estos factores, subirá y por ende, será cada vez más caro cargar nafta o gasoil”.

Adelantó Lamy que “estos aumentos deberían tornar a la actividad de GNC más competitiva y seguramente podremos recuperar algo del terreno perdido el año pasado a causa de las políticas energéticas que afectaron al sector gravemente”.

También destacó “la buena predisposición que están teniendo por parte de los funcionarios del Ministerio de Energía y del Enargas, con quienes están trabajando en conjunto para avanzar en puntos relacionados a los sujetos del sistema relacionados con el aspecto legal”.

Agregó que todos los actores estamos colaborando de manera muy solidaria y con buenas perspectivas de diálogo que “nos permiten importantes logros y un ámbito propicio para canalizar reclamos e inquietudes con el fin de aportar soluciones a la crisis del GNC”, aseveró el empresario.

Lamy informó que a su entender, en algunas localidades y ciudades de la Argentina, aún es necesario que se encuentre un equilibrio en los precios del GNC, ya que por ejemplo en Mar del Plata ronda los 12 pesos, y en otras ciudades también, lo que lo torna “excesivo” respecto del promedio general de 9 pesos que cuesta en la gran parte del territorio nacional.

Por ello afirmó que “de esta forma, la diferencia con la nafta súper ronda los 10 pesos, lo que convierte a la opción del gas en rentable para el bolsillo del automovilista”.

Por otro lado, recordó que los precios para la instalación de equipos rondan entre los 13500 y los 17500 pesos para un vehículo familiar manteniendo los del año pasado, por ende, “conviene invertir en este tipo de combustible y de esa manera, para un automóvil mediano, se logra un ahorro de 100 mil pesos en 5 años, lo que equivale a la posibilidad de renovar la unidad o aprovechar ese dinero en una buenas vacaciones”, explicó finalmente.