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Los especialistas aseguran que difícilmente no sufra las consecuencias de la movida cambiaria, aunque diferencian las naftas del gasoil. No obstante aseguran que si se mantiene el precio subsidiado del barril local, los valores en el surtidor podrían mantenerse.
Haciendo gala del compromiso asumido durante la campaña, ayer finalmente el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, anunció el fin del cepo cambiario . En una conferencia de prensa, el funcionario destacó que la medida responde a que están dadas las condiciones económicas para hacerlo.
El funcionario evitó dar demasiadas precisiones respecto a cuanto cotizará la moneda extranjera pero entre líneas dejó entrever que se ubicará en torno a los 14 pesos. Tampoco explicó como impactaría la devaluación en el costo de los productos, en especial aquellos que dependen de insumos importados, entre los que se encuentran los combustibles.
Víctor Bronstein, Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys) señaló a surtidores.com.ar que en lo que respecta al gasoil “aproximadamente el 30 por ciento del consumo local proviene del exterior”. Por lo que en este segmento, tendría una incidencia proporcional respecto de la variación que sufra la moneda extranjera.
En lo que respecta a naftas, diferencia que las importaciones aún no tienen tal dimensión. “Entre un 5 y 10 por ciento”, calcula. Este porcentaje, no afectaría de la misma manera a las petroleras. Sin embargo, cada empresa tendrá que hacer sus propios análisis de costos, ya que en algunos productos, como el Euro Diésel, el 100 por ciento es importado.
En relación a los costos de la producción nacional, Bronstein explica que “como el petróleo es un commoditie con precio en dólares, si se devalúa aumenta directamente en precio”.
No obstante, el especialista señala que hay cierto margen de maniobra para manejar este tema, debido a que el barril en nuestro país está subsidiado, para estimular inversiones en exploración y explotación de hidrocarburos, muy por debajo de las referencias internacionales.
En similar dirección opinó Daniel Montamat, (¿ex?) secretario de energía de la Nación. “El petróleo en el mercado doméstico se transa tomando en cuenta el precio del dólar oficial”, explicó. “Si la Argentina retoma referencias internacionales de precios y un impuesto fijo por litro, los precios de los combustibles al tipo de cambio oficial podrían bajar entre un 20 y un 30 por ciento respecto a sus precios vigentes. El problema es que si hay una devaluación del peso, según cuál sea su magnitud, los precios en pesos van a subir aunque en dólares bajen”, vaticinó.
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