¿Cómo fue variando la relación entre cantidad de vehículos a GNC y estaciones de carga a través de los años?

Se observa la evolución anual de los vehículos habilitados con Gas Natural Comprimido (GNC) y de la relación entre ellos y las estaciones de carga de GNC durante el período 1998-2021, de acuerdo a los datos publicados por el ENARGAS. Se aclara que los datos utilizados corresponden al promedio anual de estaciones y al total de vehículos habilitados a diciembre de cada año.

El Ente Nacional Regulador de Gas presentó un análisis de la vinculación de los vehículos habilitados con GNC y su relación con las estaciones de carga, a efectos de contar con un indicador que exponga cómo se fue desarrollando el mercado del Gas Natural Vehicular argentino durante las últimas dos décadas.

De acuerdo al informe, el patrón general observado indica que el número de vehículos habilitados experimenta una tendencia creciente interrumpida por algunas caídas, mientras que las estaciones de carga tuvieron oscilaciones anuales siempre positivas.

Según aclara el organismo, el comportamiento del indicador fluctúa de acuerdo a la evolución del precio del GNC en relación con el precio de la nafta, en el marco de un mercado atomizado con bajo costo. Por otro lado, la evolución de las estaciones de carga responde a factores más rígidos, tales como la capacidad de acceder a un servicio firme de gas natural.

En tal sentido, en todo el período analizado es posible distinguir cuatro etapas. La primera, desde 1998 a 2004, cuando el indicador alcanza un valor 54 por ciento superior al del año inicial (740 en 1998 vs. 1.136 en 2004) traccionado en mayor medida por los incrementos anuales más pronunciados en la cantidad vehículos habilitados (variación promedio anual de 21 por ciento) que por el aumento en los puntos de carga (variación promedio del 12 por ciento).

Luego de 2004, cuando los valores del indicador llegan al máximo de la serie, comienza una segunda etapa entre 2005 y 2009 en la que el número de estaciones de GNC que se inauguran marcan un descenso progresivo del indicador (variación promedio del -8 por ciento anual). Sin embargo, el número de vehículos habilitados sobre estaciones de carga para este último año mantuvo valores superiores a los registrados en 1999. En este lapso, el parque automotor registró un estancamiento en su variación promedio, mientras que las estaciones, si bien disminuyeron su tasa de crecimiento, mantuvieron un incremento anual promedio del 8 por ciento.

En tercer lugar, desde 2010 y hasta 2015, el indicador volvió a experimentar un aumento, con un promedio del 3 por ciento anual, empujado nuevamente por el incremento del número de vehículos propulsados a gas que se habilitaron, que registraron una variación promedio del 5 por ciento en relación al período previo, al tiempo que las estaciones evidenciaron un crecimiento promedio del 2 por ciento.

Por último, y a pesar de que el indicador alcanzó un nuevo pico en 2015 (911), recuperando una posición superior al nivel de 2007, desde 2016 y hasta 2020 vuelve a notarse una baja sostenida promedio del 2 por ciento anual, mientras que en 2021 se visualiza una nueva suba, que lo lleva a valores superiores a los de 2017, en ambos casos, empujados por un descenso y un ascenso posterior de los vehículos habilitados.

Resulta interesante destacar que la evolución de estas variables no parece estar tan ligada a la evolución de la actividad económica y el PBI, como se observa por ejemplo entre 1999-2002, cuando se combina una recesión y caída del PBI promedio del 5 por ciento para el período con una suba del indicador, o en 2005-2009, cuando el PBI crece en promedio 5 por ciento, mientras que el indicador sufre una disminución.

En cambio, sí existe una relación más directa con las variaciones del precio del GNC y el diferencial con la nafta súper durante el período analizado. En este sentido, respecto del período 2016-2020, el incremento de precios instrumentado desde abril 2016, probablemente influenciado por las expectativas de aumento del precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) que finalmente llegaría a partir de octubre de ese año, implicó un cierto desincentivo a las conversiones de vehículos.