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El lubricante del automotor es un elemento esencial en la vida de un motor. Cuando recomendamos el cambio de aceite también debemos tener en cuenta el estado del filtro. Un breve compendio acerca de su función y características
La importancia de la filtración del aceite
El aceite es el lubricante más crítico en cualquier vehículo automotor. Forma una película resbaladiza entre las partes móviles, disminuyendo la fricción y reduciendo de manera considerable el calor y el desgaste que causan las partículas abrasivas que se introducen en el motor. La misión del filtro para aceite es protegerlo del desgaste al separar estas partículas abrasivas perjudiciales.
Sistema de lubricación
Para comprender la filtración del aceite, es primeramente necesario ver cómo trabaja el sistema de aceite lubricante del vehículo automotor. El depósito diseñado para contener suficiente cantidad de aceite para mantener a las partes del motor en movimiento libre es el colector de aceite, este constituye la parte inferior del cárter. Una bomba de aceite, accionada por el árbol de levas, bombea continuamente aceite a través del filtro de aceite pasando a través de aberturas y pasajes hacia todas las partes del motor, iniciando y terminando su recorrido en el colector de aceite. A medida que el aceite circula a través del sistema, cumple cuatro funciones críticas.
Primeramente enfría el motor al reducir el calor de la fricción. También provee una película resbaladiza entre las partes móviles para impedir daños y excesivo desgaste. Actúa como sello para rellenar diminutas salientes metálicas entre pistones y paredes de cilindro. Y finalmente contiene aditivos que facilitan mantener limpio el aceite e impiden la formación de lodo.
La manera en que se contamina el aceite
La contaminación del aceite que debe separar el filtro, es producida tanto dentro como fuera del motor. Cuando se inflama la mezcla de combustible y aire en los cilindros, la alta presión producida por el proceso de combustión impulsa una cierta proporción de los gases más allá de los aros del pistón hacia el cárter. A estos gases se los llama gases soplados; aunque no contienen abrasivo, contienen en cambio vapor de agua indeseable, hollín y combustible no quemado.
La combustión interna es causada también por diminutas partículas que normalmente producen desgaste de las partes móviles del motor. Estas partículas son abrasivas y es necesario separarlas del aceite, pues de lo contrario continuarán circulando y produciendo más desgaste.
La fuente potencial principal de contaminantes abrasivos es exterior al motor y se encuentra en el aire que penetra a través del carburador. Se impide este tipo de contaminación mediante el filtro de aire.
La misión cambiante del filtro de aceite
Durante muchos años se utilizaron aceites de petróleo no fortificados en el sistema de aceite lubricante. Debido a los gases soplados mencionados anteriormente, se formaba rápidamente lodo en estos aceites. Antes de mediados de 1950, fueron diseñados los filtros para separar este lodo. Estos filtros primitivos se llenaban con hilos de algodón, cáscara de trigo, madera desmenuzada y otros materiales capaces de absorber el lodo y las partículas finas de suciedad.
Debido a que los hilos de algodón y otros de dichos medios filtrantes restringían bastante la circulación del aceite, se usaron estos filtros en un sistema de derivación en que solamente una proporción pequeña del flujo de aceite era filtrado. En este sistema lubricante de derivación (o circulación parcial), parte del aceite pasaba a través del filtro y era luego retornado al colector de aceite, en vez de retornar a los componentes del motor. En el colector de aceite se mezclaba con el aceite no filtrado que goteaba hacia abajo después de circular a través de los cojinentes.
Hay tres estilos básicos de filtros de aceite: profundo, superficial u de doble medio (o combinado)
El filtro profundo
Se encuentra comúnmente en sistemas de derivación, era el tipo primario de filtro en uso hasta mediados de 1950. Según se describió anteriormente, este filtro consiste en un recipiente lleno confibras de algodón, madera desmenuzada y otros materiales capaces de atrapar las partículas finas de suciedad y absorber depósitos de lodo.
El filtro superficial
Utilizado en los sistemas de circulación completa, atrapa suciedad y otros contaminantes ofreciendo baja restricción a la circulación del aceite. Debido a que no es necesario absorber lodo, este tipo de filtro está diseñado para detener las partículas abrasivas cuando el aceite incide sobre la superficie del elemento de filtro.
El filtro de tipo superficial está hecho con un papel resistente impregnado con resina alojado dentro de un recipiente. El papel es de naturaleza porosa, permitiendo que el aceite circule a través del mismo, separando simultáneamente las partículas microscópicas de suciedad. Aunque la mayoría de los contaminantes quedan detenidos en la superficie, un poco de suciedad queda atrapada dentro de las capas del papel mismo. Además, el papel está plegado para proveer una considerable área superficial de filtración dentro de un recipiente. Debido a que estos filtros ofrecen alta eficiencia de filtrado, la mayoría de los filtros para aceites de vehículos automotores actuales pertenecen a este tipo (superficial con papel plegado).
El filtro de doble medio o combinado
Se utiliza también en sistemas de aceite lubricante de circulación completa. Combina dos elementos filtrantes. En general, uno de los elementos está diseñado para separar las partículas contaminantes gruesas, mientras que el segundo atrapa las partículas finas. La mayoría de los filtros de doble medio no tienen la alta eficacia para separar contaminantes abrasivos perjudiciales que posee un filtro que emplea un papel plegado de calidad.
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