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Es por la salida de equipos de perforación y explotación de hidrocarburos, el conflicto petrolero, y el ajuste generalizado que están realizando las principales operadoras de Patagonia. Por piquetes, también hubo algunos inconvenientes de abastecimiento, pero ya está normalizado.
“Comodoro es una zona que vive del petróleo, es una mono-economía, toda la economía regional se va a ver afectada por la crisis de la industria. No hay otras actividades que puedan absorber o sostener empleo. Se para el petróleo y se para todo”, explica Osvaldo Lewis, operador de YPF de Comodoro Rivadavia, Chubut.
En menos de un mes, cuando se conoció la intención del Gobierno de ir reduciendo el subsidio al barril de crudo en la plaza local, para ir lentamente nivelándolo con las referencias internacionales, hoy en menos de 30 dólares, Lewis observó una disminución generalizada del ritmo comercial, que repercutió principalmente en el gasoil. “Se frenó el transporte hacia el sur y localmente”, indicó.
“Ante el cambio de Gobierno se ha decidido abandonar esta política y se está generando en la ciudad un caos. Las empresas productoras, al tener que depender de los valores internacionales, empezaron a hacer ajustes de todo tipo que repercuten en la distribución de dinero de la zona”, sostiene.
Y como consecuencia de los piquetes y cortes de ruta, por momentos se vio afectado el suministro de naftas y gasoil en bocas de expendio de Petrobras, porque descarga por vía fluvial en su planta cercana a Caleta Olivia, donde hubo interrupciones del tránsito que impidieron la salida de camiones. “Ya está arreglado”, aseguró Lewis.
“Por parte de YPF el abastecimiento es absolutamente normal. Están haciendo todos los esfuerzos para haya producto; el transporte está complicado en algunas rutas; es muy importante despejar las vías terrestres”, reconoció el empresario.
Como consecuencia de la medida de fuerza que implementó el sindicato de petroleros de la zona, Lewis contó que en los automovilistas “se produjo una psicosis por el miedo de no poder cargar combustible”. Es que el corte se concentró en la rotonda de las rutas 3 y 26, que conducen hacia los yacimientos de hidrocarburos.
“Hay una preocupación enorme en todos los ambientes económicos, empresas de servicios que trabajan con las operadoras de los yacimientos. Es una situación angustiante”, lamentó. Lo comparó la debacle de la privatización de YPF, en los años 90.
“Esto ya se vivió. Es similar en los 90. Primero se dio vacaciones a la gente, luego le hacían hacer cursos, se la tentaba con indemnizaciones voluntarias, con micro-emprendimientos, y progresivamente redujeron el plantel laboral. Pero la crisis se sintió fuerte a los 2 años”, lamentó.
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