El Proyecto de Ley impulsado de manera conjunta entre diputados y senadores tendiente a asegurar el abastecimiento de combustibles obligatorio en caso de finalización del vínculo contractual, no logró estado legislativo y tampoco volvió a presentarse para su discusión. Los estacioneros se quejan de la indiferencia parlamentaria a los problemas del sector
Dos años atrás, un grupo de diputados, algunos en actividad como su gestora, Griselda Baldata y otros con aspiraciones ejecutivas, tal el caso de Norma Morandini, presentaban una iniciativa (2451-D) por la cual para los casos en que una empresa distribuidora de combustibles, por cualquier motivo, pretenda finalizar el vínculo contractual de abastecimiento contraído con los titulares de una estación de servicio, deberían notificar previamente tal pretensión a
Si bien en la actualidad la información debe ser remitida a
El proyecto ampliaba el horizonte de su sanción ya que la entrada en vigencia regiría tanto para las estaciones instaladas, como para aquellas que se instalen en un futuro a lo largo de todo el territorio nacional, con especial atención y disposición en relación a las zonas de frontera y regiones pauperizadas.
Los legisladores explicaban que a partir de la privatización de los hidrocarburos, estos dejaron de ser un “bien estratégico” para devenir en un “bien comercial“. Como consecuencia, y en lo que hace expresamente al presente proyecto, las estaciones de servicio en el territorio nacional pasaron a depender del arbitrio de la política comercial de las empresas petroleras. Esto supuso, por una parte la aparición de las “Estaciones Blancas“, es decir, sin bandera, y posteriormente el cierre de muchas otras. Las que quedaron y aún quedan se han convertido en “expendedoras comisionistas” de las petroleras que le reconocen un porcentaje sobre las ventas, sea de combustible o lubricantes.
Dentro del marco regulatorio anterior a la desregulación de la economía y de privatización de los recursos energéticos estratégicos del país,
La caducidad de la iniciativa no hace más que blanquear el poco interés que representa el sector para los legisladores, se quejó el presidente de AESI, Manuel García. Van a tener que intervenir porque sino vamos a desaparecer, vaticinó.
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