En un sector como el estacionero, donde un 75 por ciento las ventas se efectúan casi a través de pagos con dinero plástico o billeteras virtuales, surge la necesidad de ir más allá de lo que la norma estricta manda para la comercialización de productos y servicios por los nuevos canales tecnológicos.

En ese contexto, con vista a combatir el fraude y mejorar la seguridad en las transacciones comerciales, la Secretaría de Comercio implementó una medida, que busca minimizar los casos de robo de datos de titulares y fraude con tarjetas, incluye dos cambios fundamentales en el proceso de pago, como ser que ya no será necesario presentar el DNI  y además las tarjetas solo podrán ser manipulados por el cliente.

En las Estaciones de Servicio las tarjetas ahora deberán ser manipuladas por los clientes

Pero la reglamentación sin embargo no profundiza por ejemplo sobre el tema de los pagos con dinero virtual o transferencias, ni detalla la importancia del uso del posnet inalámbrico para facilitar la trazabilidad de la operación tanto para clientes como para el playero.

En este contexto, Jorge Martín Vila, analista de ciberfraude y especialista en ciberseguridad, analizó en diálogo con surtidores.com.ar la necesidad de lograr en cada venta de combustible una manipulación libre y segura para ambas partes.

El experto ponderó acciones a tener en cuenta que -según su visión- son más importantes que la no presentación del DNI, como ser el uso masivo de la terminal de pago inalámbrica que permite acercar la venta al lugar del consumidor para que él mismo utilice su tarjeta.

Reclaman que por el contexto inflacionario, las ventas de combustibles con tarjetas se acrediten a las 72 horas

“Desde el punto de vista de la infraestructura de aparatos digitales, es preciso que sea manipulado por la gente de extrema confianza dentro de la Estación de Servicio con el control del área de manera exclusiva”, recalcó Vila.

Pero de la misma manera, objetó el actual sistema de QR en los surtidores, ya que luego de que la ley definiese que por una cuestión de seguridad había que despegar el código del área de carga, consideró que esta situación puede llevar a suspicacias respecto de que el cartón donde está impreso el QR sea el correcto, lo que deja flancos abiertos respecto del destino final de los fondos del pago con billetera virtual.

“En lo que tiene que ver con el QR es necesario que haya la mayor cantidad de medidas de control, de que sean siempre los mismos los encargados de esta dinámica y que se controle también al momento de la impresión”, dijo Vila.

Cuestionó finalmente el hecho de que, al no tener necesidad de mostrar el DNI, se corra el riesgo bidireccional de no poder validar la identidad del comprador. En ese sentido abrió la posibilidad a volver a una de las formas analógicas de comprobación como puede ser la firma o la voluntad del vendedor de playa por tomarle los datos personales a quien realice la carga.