El recientemente acordado texto  de la “Ley Bases”, que ingresa al recinto de la Cámara de Diputados para su debate y aprobación, posee en algunos de sus artículos importantes conceptos y reformas que podrían contribuir al desarrollo de nuevos negocios relacionados a las expendedoras de combustibles.

La discusión en el Congreso de la legislación que comienza esta semana, desató una ola de expectativas en el sector energético argentino y particularmente, entre las Estaciones de Servicio, que aguardan que los cambios económicos deparen un futuro de mayor competitividad y una ampliación de sus ofertas de nuevos nichos de ingresos.

Debatirán finalmente la Ley de Bases: ¿Cómo impacta en las Estaciones de Servicio?

A través de la mirada del destacado abogado especializado en temas energéticos, Marcelo Saleme Murad, surtidores.com.ar exploró las implicaciones de esta norma que puede llegar a convertirse según los economistas en un impulso a la normalización de las PyMES y en ese marco, aquellas que se dedican a la comercialización minorista de combustibles líquidos y GNC.

El especialista recordó que “el nuevo escenario legislativo vendría a romper un esquema de más de dos décadas de un mercado pequeño, cerrado e híper regulado, donde las Estaciones de Servicio han sido el eslabón más débil de toda la cadena, sin posibilidad de discutir condiciones y sufriendo siempre precios máximos, desabastecimiento, y todo tipo de regulaciones que iban cada día minando las posibilidades de crecer y ser rentables”.

En  éste sentido, el experto recalcó que “la ley asegura la libertad de precios, así como la libre disponibilidad del producto por parte de las empresas petroleras, con eliminación de cupos para importación, exportación y producción, salvo la facultad del Poder Ejecutivo para garantizar el suministro interno; lo cual sumado a la política de estabilidad económica y alivio fiscal que se anuncia por el Gobierno, debería mejorar sensiblemente el panorama de las Estaciones de Servicio, tanto en lo que hace a abastecimiento como en la rentabilidad”.

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Por otra parte, el letrado consideró que “éstas medidas sumadas al nuevo Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), abre la puerta a nuevas inversiones en la industria petrolera, tanto en el upstream cuanto en el downstream, lo que podría traducirse en una mayor cantidad y diversidad de proveedores para las Estaciones de Servicio, y con ello, mejores oportunidades de negocios”.

No obstante el panorama positivo inicial, Saleme Murad  concluye que “como en toda liberalización del mercado, es absolutamente clave el buen funcionamiento de los entes a cargo del cumplimiento de las Leyes de Defensa de la Competencia, ya que es muy común en el mercado del petróleo observar conductas monopólicas, oligopólicas, de cartelización, y en general anticompetitivas, con abuso de posición dominante y fijación de cláusulas abusivas en los contratos,  por lo que el anunciado capítulo destinado al control de la competencia en el mercado que crearía un nuevo ente que controlaría en forma eficiente que no se produzcan éstas conductas -y no como sucede hasta el presente-, es fundamental para que no se malogren las buenas intenciones plasmadas en ésta Ley”.