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El asalto expres es el hecho delictivo más frecuente. Los ladrones llegan en motos y lo concretan en pocos segundos apoderándose de la billetera del playero. En todo el país no hay estación de servicio que no haya sufrido este tipo de despojo. ¿Hay manera de prevenirlos?
El asalto expres a las estaciones de servicio se ha convertido en una de las modalidades preferidas por los delincuentes para hacerse de unos pesos rápidamente y sin riesgos. Generalmente son perpetrados por motociclistas que llegan con la excusa de cargar combustible aunque la verdadera intención es quedarse con la billetera del playero.
En la mayoría de los casos suceden de noche y cuando hay menos presencia de automovilistas. Portan armas, esconden sus rostros bajo el casco o capuchas y en ocasiones se ponen violentos; todo esto para llevarse lo poco que dispone el empleado en sus bolsillos.
Los robos son tan frecuentes que no hay estación de servicio en todo el país que no haya sufrido este tipo de despojo. A tal punto que en el sector sostienen que para los ladrones son casi como cajeros automáticos. Y lo grafican así: “Cuando quieren 100 ó 150 pesos, pasan por alguna y se los llevan”.
“En noviembre y diciembre del año pasado, se dieron cuatro o cinco robos de este tipo por mes. Y aunque no somos el sector más castigado por la delincuencia, sabemos que las estaciones figuran entre los lugares más vulnerables para asaltos”, explicó José Sarracini, secretario del Sindicato de Petroleros de Córdoba en declaraciones a medios locales. Explicó que la operatoria consiste en “rondar el establecimiento, hacer pasaditas en moto hasta saber sí hay vigilancia o no”.
En Santa fe la ola de violencia llegó a un punto tal que tiempo atrás las bocas de expendio realizaron un paro de 24 horas en reclamo de mayor seguridad. Tras la protesta notaron mayor presencia de efectivos en los comercios durante los días siguientes pero con el paso del tiempo se fueron apaciguando, retomando la situación de exposición anterior. En Jujuy, en tanto, el gremio de trabajadores presentó un proyecto de ley ante la Cámara de Diputados para darle solución aunque todavía no hubo respuestas de parte de los legisladores.
Al respecto, Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco, revela que en los últimos años una buena parte de las estaciones de servicio han tenido que agregar personal de seguridad para prevenirse de la creciente ola de hechos delictivos que amenazan al sector.
Contratar empleados de vigilancia tiene una función fundamental: permite disuadir a los malhechores. “La seguridad privada no es un lujo, pasó a ser una necesidad”, señaló De Paoli. Si bien lamenta que sólo lo pueden hacer los comercios que aún tienen buena rentabilidad, apunta que “se pierde más dinero en un robo que agregando el costo de personal”.
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