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El ex Subsecretario de Combustibles de la Nación, Cristian Folgar, afirmó que gracias a la cotización interna del petróleo actualmente clavada en 77 dólares (32 más que el valor internacional), las empresas productoras están gozando de un muy buen presente económico.
La caída del precio del crudo está causando estragos en todo el mundo. Tan sólo en Estados Unidos provocó la pérdida de 100.000 puestos de trabajo, y se esperan muchos más de continuar esta escalada descendente que parece no tener fin.
En la Argentina, sin embargo, la baja no ha causado el mismo impacto que en las principales potencias desde que el gobierno acordó con las compañías un valor interno de 77 dólares el barril – ayer el índice WTI operó a 45,89 dólares en Nueva York- con el fin de mantener el empleo. Si bien hay algunos problemas, Techint, que fabrica tubos sin costura para la industria petrolera anunció la suspensión de 3.300 empleados, también hay otras ramas que disfrutan de este presente.
Una de ellas es el sector que opera aguas abajo, esto es producción y distribución de derivados. Cristian Folgar, ex Subsecretario de Combustibles de la Nación, sostiene al respecto que las refinerías tienen muy buena renta con estos precios comparadas con otras equivalentes.
Es que tal como lo demuestran los balances de empresas como YPF y Petrobras de reciente difusión, los importes de pizarra de las naftas y el gasoil son el motor de sus utilidades. “YPF no tiene otra fuente de recursos que el mercado interno, necesita fondos para financiar sus actividades de explotación”, sostiene el especialista.
Argumenta su opinión en la imposibilidad de la empresa se seguir financiándose. “Ya no puede conseguir mucho más crédito, los potenciales socios están invirtiendo lo menos posible esperando el cambio de gobierno; la única caja de YPF es el consumo local”, postula Folgar desalentando cualquier posibilidad de enfriamiento de los surtidores.
¿Hasta cuanto puede llegar el valor del litro de nafta en este contexto?, lo consultó surtidores.com.ar. “Seguramente acompañará la combinación de la inflación local y variaciones del tipo de cambio según el peso de las erogaciones. El gobierno no quiere dañar la recaudación de YPF porque está centrado en mostrar que la empresa tiene buenos resultados”, precisa.
No obstante, el avance no puede ser indefinido. Los bolsillos de los automovilistas no están en condiciones de seguir subsidiando esta estrategia, tal como queda plasmado en la retracción de la demanda que viene originándose mes a mes. ¿Cabe la posibilidad de volver a exportar? En este sentido Folgar fue terminante: “No en el corto plazo, salvo que la economía profundice su caída”.
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