Diego Cosentino, especialista en Movilidad Sostenible
A medida que la industria de los vehículos eléctricos comienza a ganar protagonismo, las estaciones van asumiendo el desafío de adaptarse a esta transición tecnológica, la cual no implica únicamente instalar cargadores eléctricos, sino repensar el modelo de empresa.
En numerosos foros de debate sobre las nuevas energías que tiene por delante el país, los analistas coinciden en que Argentina tiene todas las condiciones para ser un líder regional en electromovilidad.
Es en ese contexto, donde las Estaciones de Servicio tienen un papel protagónico, siempre que sepan leer las señales del mercado y actuar con visión de futuro.
Al respecto, Diego Cosentino, especialista en Movilidad Sostenible e-Mobility, destacó en una entrevista con surtidores.com.ar que la electrificación no es una amenaza, sino una puerta abierta a oportunidades que hasta hace poco eran impensadas.
En ese sentido, agregó que el crecimiento de la electromovilidad no solo es una transformación inevitable, sino también un vector único de nuevas opciones de rentabilidad en el sector estacionero.
“El avance de los vehículos eléctricos está marcando un cambio de paradigma. Las Estaciones de Servicio que sepan reinventarse pueden convertirse en puntos estratégicos para servicios de recarga y más”, sostuvo Cosentino, quien señaló que el mercado argentino tiene una enorme capacidad para combinar innovación tecnológica con estrategias comerciales.
DE EXPENDEDORAS DE COMBUSTIBLES A CENTROS DE SERVICIOS INTEGRALES
El asesor energético subrayó que “una Estación de Servicio puede transformarse en un centro de movilidad integral, con espacios de coworking, tiendas de conveniencia más amplias, talleres de mantenimiento para autos eléctricos y hasta puntos de recarga de micromovilidad para bicicletas y monopatines”.
Además, destacó casos de éxito en países europeos donde las expendedoras tradicionales se han convertido en “hubs energéticos”, ofreciendo servicios adicionales como recarga de baterías portátiles y espacios de ocio mientras los usuarios esperan el reabastecimiento de sus vehículos.
Por ello, remarcó que, aunque el proceso requiere inversiones significativas, existen herramientas de financiamiento que pueden facilitar esta transición. “El sector público y privado deben trabajar en conjunto para impulsar incentivos económicos y fiscales, ya que la adopción masiva de la electromovilidad también tiene un impacto positivo en términos ambientales y energéticos”, afirmó Cosentino.
También sostuvo que el Gobierno argentino podría implementar un esquema de subsidios o líneas de crédito específicas para estaciones que apuesten por la reconversión, asegurando así una transición más inclusiva.
Otro punto clave, según el experto, es la formación del personal. “Los trabajadores necesitan capacitación en nuevas tecnologías, manejo de sistemas de recarga y atención a clientes con necesidades diferentes a las tradicionales. Esto no solo garantiza una experiencia de calidad, sino que eleva el nivel de profesionalización del sector”, destacó.
Finalmente adelantó que los jugadores que se adapten a tiempo estarán no solo asegurando su permanencia, sino liderando el cambio hacia un futuro más sostenible.
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