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En un contexto de alta rentabilidad financiera, las PyMES de combustibles impulsan proyectos de crecimiento real y empleo genuino.
Mientras gran parte del debate económico en la Argentina gira en torno a la rentabilidad financiera y la dolarización de activos, un grupo de empresarios sigue apostando por otro camino: el de la inversión genuina, el trabajo formal y la apuesta por el país. Es el caso del sector de las Estaciones de Servicio, donde las PyMES familiares, lejos de especular, siguen generando valor agregado y desarrollo territorial.
En ese contexto, Miguel Caruso, presidente de CECA San Juan, destacó la importancia de sostener fuentes laborales, fomentar la competencia sana y modernizar sin miedo. “En tiempos donde muchos buscan rentabilidad rápida en la especulación financiera, nosotros apostamos por el trabajo, por la cultura del esfuerzo y por las familias que viven del rubro estacionero”, afirmó el titular de la Cámara de Expendedores de Combustibles de San Juan a surtidores.com.ar.

El dirigente remarcó que las Estaciones de Servicio no solo cumplen una función energética, sino también social y económica. “Dan empleo, sostienen planes familiares, invierten en tecnología y se reconvierten constantemente. Son una muestra viva de la Argentina que produce”, subrayó.
Para Caruso, una de las claves del desarrollo del sector es la sana competencia entre colegas, que impulsa mejoras en calidad de servicio, infraestructura y tecnología. “La competencia bien entendida nos hace mejores. Obliga a usar nuevas tecnologías, mejorar la atención, y pensar cada movimiento. Eso abre paso al crecimiento, no solo para el negocio, sino para todos: para el cliente, para el trabajador, para la comunidad”, expresó.
En ese mismo marco de situación, Caruso también se refirió a uno de los grandes temas de fondo que atraviesa al empresariado argentino: el miedo a incorporar personal por temor a los costos y litigios laborales.
“Hoy todavía hay empresarios que tienen temor de contratar gente por las leyes laborales que tenemos. Necesitamos una reforma inteligente, que le dé al empresario previsibilidad y al trabajador más posibilidades y ofertas”, sostuvo.
“El trabajo tiene que ser una oportunidad, no un problema. Y eso se logra con reglas claras, modernización y diálogo”, aseveró el dirigente quien valoró el hecho de que el rubro estacionero esté atravesando un proceso de transformación profunda.
Finalmente aseguró que además del tradicional despacho de combustibles, “hoy debemos prepararnos para la electromovilidad, incorporar tecnologías de eficiencia energética y sumar servicios que respondan a un consumidor más exigente, cuestión que solo se logra con una cultura del trabajo sólida, que es lo que defendemos día a día”, concluyó Caruso.
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