Analizan prohibir el uso de teléfonos celulares en las estaciones de servicio

La prohibición del uso de teléfonos celulares en las estaciones de servicio se ha tornado una práctica tan habitual como la de fumar. La prohibición se debe a que una chispa desde el dispositivo podría ocasionar una gran explosión –especialmente al momento de la carga- que se agravaría por el contacto de los gases y el combustible.

Sin embargo, al presente no existe ninguna recomendación oficial acerca del uso de los dispositivos móviles en las bocas de expendio. Las petroleras sugieren su impedimento basadas en prácticas de seguridad aunque también dudan de su peligrosidad. A modo de ejemplo citan las palabras del director del Instituto Americano del Petróleo, Robert Renkes, quien remarcó que ningún teléfono móvil ha sido responsable de un incendio.

Los expertos disienten. Víctor Padula Pintos, ingeniero y ex profesor de Propagación y Antenas del Instituto Tecnológico Buenos Aires, ITBA, explicó que: “El celular es un pequeño transmisor de muy baja potencia. En general, es muy difícil que haga chispa, y si la hace sería mínima; el problema es que el riesgo por el potencial daño es muy grande. Entonces, no encender circuitos eléctricos en presencia de elementos de alta combustibilidad es una precaución que no está de más”.

Generalmente en los manuales del usuario, los fabricantes de teléfonos móviles recomiendan que los dispositivos no sean utilizados en “atmósferas potencialmente explosivas”. Y particularmente, empresas como iPhone, Samsung y Motorola, mencionan a las estaciones de servicio como entornos peligrosos, en los que el celular no debe ser cargado ni deben ser atendidas llamadas entrantes y se deben interrumpir las llamadas en curso antes de llegar a los surtidores. E inclusive, algunos, plantean que directamente el teléfono debe ser apagado, al igual que el motor del auto.