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Referentes empresarios de las bocas de expendio de Mar del Plata y balnearios aledaños, alertaron que hubo expendedoras que debieron dejar de atender por falta de producto y atribuyeron este fenómeno a la sobredemanda generada por el cierre de los establecimientos sin bandera de la región.
La reactualización de los precios en boca de surtidor permitida por el ministro de Economía este lunes que rondó entre el 3 por ciento y el 5,5 por ciento dependiendo de la marca, no fue suficiente para reacomodar la deficiencia de abastecimiento que están sufriendo los estacioneros.
Este inconveniente se manifiesta de diferentes maneras y con diversas consecuencias dependiendo del territorio en cuestión. Es así que desde la Cámara de Expendedores local admitieron la existencia de cierres temporales en Estaciones de Servicio, pero desestimaron la idea de que estos sean el resultado de una especulación en los precios por parte de las compañías proveedoras.
A pesar de que ya es conocido el inconveniente que algunas petroleras están teniendo para importar combustible o bien para refinar la cantidad completa necesaria para sus bocas de expendio, particularmente en la Costa Bonaerense, la situación cobra un matiz inesperado.

De acuerdo al análisis que compartió con este medio el representante de las Estaciones de Servicio de Necochea, José Luis Arrate, a la imposición de cupos de entrega que se viene dando desde mediados de este año y a los problemas de producción se sumó el fenómeno zonal: “Las Estaciones sin bandera dejaron de existir”, aseguró el empresario.
De esta manera, lo que para las operadoras oficiales es cuestión de horas o algunos días sin trabajar, para los colegas sin contrato, se tornó en inactividad permanente debido a la imposibilidad de ese segmento de comercio que por causa de los congelamientos de valor al público, terminaron sin poder conseguir combustible para revender en el canal mayorista, ya que los costos están por encima del nivel de precios del segmento minorista.
Por ello, Arrate consideró que “los consumidores que antes cargaban en los colegas blancos ahora se ven obligados a comprar en las bocas de bandera, las cuales tenemos restricciones en la cantidad de volumen que nos entregan y por ende en la generalidad de los casos, nos quedamos sin algún tipo de combustible los últimos cinco días de cada mes”.
Independientemente de si se materializa un ajuste en los precios de los combustibles, la entidad marplatense avanza en su postura de que las condiciones de suministro no experimentarán transformaciones notables en el futuro cercano.
En este contexto, los trabajadores afectados por el cierre temporal de las Estaciones de Servicio se ven obligados a buscar otras ocupaciones mientras esperan que se reanude el suministro de combustible. Sin embargo, los estacioneros advierten que si la escasez perdura, la situación podría tomar un rumbo diferente, generando suspensiones de personal.
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