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Las fraccionadoras nucleadas en la Cámara de Empresas Argentina de Gas Licuado (CEGLA) advirtieron que tienen precios congelados desde abril del año pasado y que por ello, están operando a pérdida.
Los operadores de gas natural licuado de petróleo compararon el retraso de rentabilidad con los reclamos de los estacioneros, a los que consideran “primos hermanos”, por padecer la misma problemática.
Sucede que tanto en el rubro de venta de combustibles como en el de garrafas domiciliarias, los precios al público sufren congelamientos por varios meses, con la diferencia que en febrero hubo una leve actualización de precios al surtidor, a diferencia de los valores de la garrafa.
Recientemente los estacioneros dieron a conocer el cálculo de que las naftas mantienen un retraso de costos respecto de las ganancias de un 25 por ciento, pero en el caso del GLP, la brecha negativa es aún más alta.
“El precio de venta minorista para un contenedor de 10 kilos de gas butano es de 515 pesos y no se puede actualizar desde abril del año pasado”, dijo surtidores.com.ar Pedro Cascales, presidente de CEGLA.
Los datos del sector muestran un atraso de la ecuación del 100 por ciento solamente si se la compara con las tarifas eléctricas del AMBA, donde el precio debería acercarse a los $1851. “La garrafa es un energético de uso extendido en toda la Argentina y más económico que los otros disponibles”, destacó el dirigente.

Equiparó la situación con la red de Estaciones de Servicio, ya que el combustible al igual que las garrafas, no están incluidos en la política de aumentos de tarifas y su precio final depende de decisiones de la Secretaría de Energía y de las compañías respectivas.
También recalcó que al igual que las fraccionadoras de gas, las expendedoras de combustibles constituyen la etapa de contacto directo con el consumidor y ambos rubros hoy en día no alcanzan a cubrir los costos operativos en relación a las paritarias, los insumos dolarizados y la inflación del resto de los productos.
En ese sentido, las asociadas a CEGLA le reclamaron a la Autoridad de Aplicación de la Ley 26.020 que actualice el precio de referencia del gas licuado de petróleo para cubrir así los costos del sector y recuperar rentabilidad.
Como lo hicieron los dueños de Estaciones de Servicio en reiteradas oportunidades, exigieron que los valores de referencia sean dictados y ajustados a los costos operativos, a la rentabilidad mínima necesaria y al criterio técnico respecto a la legislación vigente y a las necesidades de calidad y seguridad del mercado.
Vale destacar que actualmente el canal de ventas de garrafas en las Estaciones de Servicio es de escasa cuantía, porque solamente se mantiene activo en algunas operadoras de la red YPF y en las expendedoras blancas de localidades más alejadas de centros urbanos, ya sea por cuestiones políticas o sociales, pero no constituye un papel central en el negocio.
GESTIONES PARA EL GLPA
Cascales por otra parte informó que mantiene sendas conversaciones con el fundador y empresario del gas licuado para automotores, Raúl Persoaglia, con quien realizan acciones conjuntas en beneficio de este mercado que brinda opciones más económicas y limpias en las provincias que aún no existe la red de gas.
Recordó que a fines del año pasado cuando el gas propano que es el utilizado en el GLPA aumentó internacionalmente un 180 por ciento, acordaron con los productores locales en un consenso, cobrar un costo menor y resignar precio para que el gas de vehículos en garrafa pudiese seguir siendo competitivo y rentable.
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