Tras casi 9 meses de experiencias acumuladas en un sector esencial para la economía y la sociedad como lo es la actividad estacionera en pandemia, los asesores en temas de bioseguridad, dejaron claro en diálogo con surtidores.com.ar, la importancia de no relajar la aplicación de todas las medidas ya aprendidas por los empleados.

En ese marco, el Licenciado Néstor Vottero alertó que hubo casos en los cuales, los trabajadores de las Estaciones de Servicio habían decidido omitir el uso de barbijos para reemplazarlo por las mascarillas protectoras.

“Este error es muy común también en los usuarios, que suelen confundirse y pensar que las pantallas faciales son suficientes”, dijo y destacó que el barbijo es el único elemento efectivo para evitar el ingreso de microgotas de saliva de las demás personas en caso de que el distanciamiento sea menor a dos metros.

Agregó que la careta de acetato o de diferente composición plástica ayuda a proteger las mucosas de los ojos y se transforma en un obstáculo para quien tiene el instinto de tocarse la cara con las manos, pero no logra contener la entrada de las micropartículas portadoras del virus.

Vottero recordó que la correcta postura del barbijo es fundamental para cuidar la salud, que debe cubrir el triángulo del rostro, desde el inicio de la nariz hasta debajo del mentón, a la vez que recalcó que “no existe un lugar más seguro que el espacio de trabajo”.

Basó esta afirmación en que es “donde obligatoriamente se cumplen los protocolos, la circulación del coronavirus es mínima, especialmente en las playas de carga de combustible, por ser espacios aéreos”.

Pero lamentó que los casos que se notificaron entre el personal del rubro expendedor, fueron generados casi el 100 por ciento fuera del horario de tareas, por cuestiones sociales o familiares, donde las medidas no siempre se cumplen.

Al ser consultado sobre novedades a implementar en cuanto a los procedimientos de salubridad, el especialista consideró que luego de tantos meses, los protocolos están completos y no hay mucho más por hacer, ya que “conocemos al virus, sus consecuencias y sus maneras de prevenirlo”.

Pero opinó que más allá de la llegada de la vacuna, en el sector estacionero algunas costumbres llegaron para quedarse, como el caso del tapabocas de tela que se convertirá en otro de los elementos básicos de trabajo.