Luego de que YPF pasó a manos del Estado y anunció un plan de inversiones para explotar los recursos no convencionales que presenta el yacimiento Vaca Muerta, sobre la cuenca neuquina, proyecto que le demandará no menos de 37.200 millones de dólares para una primera etapa, los precios de los combustibles crecieron a un ritmo inusitado.

En los primeros seis meses de 2014 los valores se ajustaron un 30 por ciento, acumulando un 50 en mayo respecto del mismo período del año anterior. Actualmente la nafta súper se ubica en torno a los 12 pesos.

Indirectamente, estos movimientos fueron estirando la brecha entre las distintas variedades de naftas y gasoil. El Euro Diésel, por su parte, alcanzó una diferencia de hasta $2,50 en el interior del país en relación al gasoil grado 2, lo que provocó un estancamiento de las ventas a partir de abril.

Como los combustibles Premium ofrecen márgenes más jugosos que los de menor calidad, desde una importante petrolera que opera en el negocio local analizan que YPF habría reducido el costo del diesel de mayor pureza y calidad con el objetivo de reactivar la demanda, acercándolo con el grado 2. “Se está reacomodando el precio para un producto que estaba alto en términos comparativos”, sostienen.

Los expertos en costos insisten en que se trata de un segmento que “tiene buena rentabilidad” y que por ende “no tiene sentido permitir que bajen las ventas”. Por eso el resto de las compañías replica las bajas de valor que aplicó la empresa estatal para hacer más atractiva la nafta y el gasoil ultra.

Para producir estos combustibles con menor contenido de azufre y mayor potencia es necesario contar refinerías modernas e instalaciones adecuadas. Tal es así que no todas las marcas están en condiciones de obtenerlo, de ahí que el grueso de lo que se consume en nuestro país proviene del exterior.

En lo que respecta al costo de producción expertos en la temática señalan que en los Premium es apenas más alto que en los tradicionales, pero aclaran que así y todo son convenientes.