Mauricio Roitman, expresidente del ENARGAS
La industria energética argentina se encuentra en un punto de inflexión que se concretó esta semana a través del proyecto de YPF y Petronas en la Patagonia, que no solo promete un impulso significativo en la producción de gas natural licuado, sino que también llevarán a una necesaria actualización de la red de operadoras de combustibles en todo el país.
La industria energética argentina se encuentra en un punto de inflexión que se concretó esta semana a través del proyecto de YPF y Petronas en la Patagonia, que no solo promete un impulso significativo en la producción de gas natural licuado, sino que también llevarán a una necesaria actualización de la red de operadoras de combustibles en todo el país.
La riqueza de Vaca Muerta en recursos no convencionales ha captado la atención de inversores globales. YPF está liderando la carga con la implementación de un proyecto licuefactor, que será crucial para transformar el gas natural en GNL.
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En ese contexto, el extitular del ENARGAS Mauricio Roitman, destacó en diálogo con surtidores.com.ar que “este avance apunta a convertir el gas argentino en un producto competitivo en el mercado internacional”, al tiempo que adelantó que se avizora un futuro de desarrollo a nivel interno que causará una revolución en el sector estacionero.
Añadió que este soporte que comenzó a gestarse en estos días, permitirá que el gas argentino, previamente limitado a transacciones locales y regionales con países como Chile, Uruguay y Brasil, alcance mercados más amplios, aumentando su valor y promoviendo un desarrollo sostenido.
El especialista, explicó que este crecimiento en la capacidad de exportación de gas no solo beneficia a la industria gasífera, sino que también es esencial para la explotación petrolera. “La necesidad de manejar el gas asociado a la producción de petróleo impulsa esta modernización y desarrollo, asegurando que el gas no se desperdicie y contribuya al crecimiento de la economía”, consideró el docente universitario de la UBA y el ITBA.
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Expreso en este marco de situación, que uno de los sectores que más se beneficiará con esta expansión es el transporte pesado. “La gasificación de buses y camiones de larga distancia presenta una alternativa más limpia frente al diésel, reduciendo las emisiones de material particulado. Aunque la electrificación del transporte ligero está en auge, el gas natural sigue siendo una solución viable y sostenible para vehículos pesados en el corto y mediano plazo”, admitió.
Roitman agregó que este desarrollo no solo favorecerá al sector energético, sino que también tendrá un impacto positivo en la industria del transporte y en la renovación de las expendedoras de combustibles, asegurando un futuro más sostenible y eficiente para el país.
De acuerdo a su análisis, las Estaciones de Servicio argentinas, muchas de las cuales operan con equipos de la década de los 80, enfrentarán una transformación significativa.
“La necesidad de adaptarse a las nuevas demandas del mercado requerirá una actualización integral de los establecimientos. Esto incluye la incorporación de una capacidad tecnológica aún más moderna que la de hoy, junto con la creación de bocas de expendio nuevas que respondan mejor a las necesidades actuales de los consumidores”, concluyó el exfuncionario.
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