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Juan José Carbajales, exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación, reconoció que el gas natural está asegurado y que el Plan GasAr daría certezas a mediano plazo.
Argentina avanza en la construcción del gasoducto Néstor Kirchner en Vaca Muerta, que aportaría cerca de 40 millones de m3 diarios y ahorraría entre USD 1.300 millones y USD 1.500 millones en importaciones de gas natural licuado (GNL), que variará según los valores del próximo año.
Es decir que, para fines del 2023, el gasoducto estaría en condiciones de inyectar al sistema de consumo un 25 por ciento más de la oferta actual que tiene el país a nivel interno.
Y en ese sentido, Juan José Carbajales, exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación y actual director del posgrado en Hidrocarburos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, explicó cómo puede impactar en el sector estacionero.
“El Plan GasAr cuenta con 70 millones m3 comprometidos a demanda prioritaria y generación eléctrica, mientras que otros 30 millones de m3 están liberados, que van al GNC de las Estaciones de Servicio por lo que, con el gasoducto finalizado, habría un adicional para ese programa”, sostuvo.
“Entiendo que esa capacidad entrará en alguna futura ronda del plan. Y como todo, un 30 por ciento de eso irá a industria y gas natural comprimido, con lo cual tendrá un efecto concreto”, agregó en diálogo con surtidores.com.ar.
De este modo, el especialista vaticinó que el gas está “asegurado” y que es una buena señal para el segmento del GNC, ya que el Plan GasAr daría certezas a mediano plazo, más allá que la demanda aumentó en el último tiempo tras el incremento de los precios de los combustibles líquidos.
Sin embargo, en lo que respecta al futuro de la reconversión de los vehículos y la compra de equipos de GNC, el exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación planteó que no sólo dependerá del aporte de Vaca Muerta, sino también de una “política específica” ya que no ve estímulos en el corto plazo para que eso ocurra de manera espontánea por meros mecanismos del mercado.
“Creo que se relaciona más con los precios de los combustibles líquidos en los surtidores, aunque seguramente se mantendrán los niveles de vehículos a GNC. Pero si los precios de las naftas se liberan un poco, tal vez haya movimiento, sumado al apoyo (o no) y la concreción que tengan los proyectos de movilidad eléctrica”, concluyó.
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