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Mientras crecen las tensiones globales por medidas proteccionistas de Trump que podrían afectar el precio del Brent y sumar presión sobre el mercado, el país apuesta por el crecimiento de su infraestructura. ¿Qué implicancias tiene en el sector?
En un contexto global marcado por la incertidumbre geopolítica, tensiones comerciales crecientes y un mercado energético sujeto a bruscas fluctuaciones, Argentina avanza con decisiones estratégicas que apuntan a fortalecer su infraestructura de transporte de hidrocarburos. Pero, ¿a qué deben mantenerse alertas las Estaciones de Servicio?
La reciente aprobación del proyecto Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS) bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), junto con la ampliación del Gasoducto Perito Moreno (GPM), marcan un hito en la estrategia energética del país.
Estas obras, que demandarán inversiones millonarias y que buscan fortalecer las exportaciones, también abren interrogantes sobre su efecto en el abastecimiento local, la dinámica del mercado de combustibles y la operación de las Estaciones de Servicio.
Según el Informe #27 de la consultora Paspartú y su director, el exsubsecretario de Combustibles de la nación Juan José Carbajales, habría impactos indirectos que estas obras pueden tener sobre el segmento del downstream: disponibilidad de productos, precios y estabilidad en el suministro.
VMOS: EL MEGAPROYECTO QUE PRIORIZA EXPORTACIONES PERO ALIVIA EL MERCADO INTERNO
El Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS), aprobado mediante la Resolución ME 302/25, es un ducto de 437 kilómetros que unirá Allen (Río Negro) con Punta Colorada, sobre la costa atlántica. Permitirá exportar hasta 377.400 barriles diarios de petróleo en una primera etapa, con picos proyectados de 550.000 bbl/día. Según el informe, la obra –liderada por YPF y con socios como Pan American Energy y Shell– demandará una inversión inicial de 2.486 millones de dólares y generará divisas por 9.300 millones anuales.
Aunque el proyecto tiene un claro perfil exportador, Carbajales explicó que también genera beneficios colaterales en el mercado interno. “El ducto está 100 por ciento orientado a exportación, pero al liberar capacidad en otros sistemas de transporte como el proyecto Duplicar del VAL, se facilita el abastecimiento a refinerías locales”, indicó.
En esa línea, señaló a surtidores.com.ar que “una mayor producción en Vaca Muerta deriva en líquidos que quedan en el mercado interno, lo que indirectamente mejora la disponibilidad”.
Ese efecto derrame no es menor para las Estaciones de Servicio, ya que mantiene niveles constantes de despacho. Una mayor disponibilidad de productos refinables o directamente utilizables podría reducir tensiones en épocas de alta demanda o problemas logísticos.
GASODUCTO PERITO MORENO: MÁS GAS PARA INDUSTRIAS Y POTENCIAL PARA EL GNC
El segundo gran desarrollo es la ampliación del Gasoducto Perito Moreno (GPM), impulsada por Transportadora de Gas del Sur (TGS). La obra agregará una capacidad de 14 millones de metros cúbicos por día (MMm³/día), con posibilidad de ampliarse a 20 MMm³/día, y transportará gas desde Vaca Muerta hacia la demanda industrial y residencial del norte patagónico. La Resolución SEN 126/25 establece que ENARSA será la encargada de licitar esta infraestructura, priorizando la demanda domiciliaria en invierno y el uso industrial en el resto del año.
El informe de Paspartú destaca que el nuevo gasoducto podría reducir hasta un 30 por ciento las importaciones de GNL, disminuyendo también el uso de gasoil para generación eléctrica. “Un mayor flujo de gas natural reduce importaciones de GNL y gasoil, lo que alivia el costo fiscal”, sostuvo Carbajales.
En el plano específico de las Estaciones de Servicio, el impacto se percibe sobre todo en el segmento de GNC: “Aunque su crecimiento depende de la demanda, una red más robusta garantiza un suministro estable”, explicó.
Sin embargo, el gas natural comprimido, considerado un combustible de transición por sus menores emisiones, enfrenta un contexto difícil: “La agenda verde perdió fuerza y existen otras prioridades como la seguridad de abastecimiento, lo que limita los beneficios de su expansión en movilidad”, subrayó.
A pesar de existir oportunidades económicas, el especialista remarcó que “no es el foco principal; hoy pesan más la seguridad energética y los precios accesibles de la factura”.
Así, la consolidación del GNC como opción masiva parece estancada, al menos en el corto plazo, aunque sigue siendo una alternativa económica para ciertos segmentos de usuarios como el transporte público.
TENSIONES GLOBALES, PRECIOS DEL BRENT Y RIESGOS PARA EL MERCADO LOCAL
Este desarrollo local se hace en medio de un escenario internacional que agrega nuevas variables. Las recientes medidas proteccionistas del presidente estadounidense Donald Trump podrían alterar el equilibrio de precios a nivel global, generar un freno en la actividad económica y una caída en el precio del crudo Brent, referencia para el mercado argentino.
En este sentido, Carbajales alertó sobre el riesgo de que motive importaciones más baratas. “Con la Ley de Bases que habilita la libre comercialización y la libertad de importación y exportación, podría haber un incentivo a la importación de líquidos, alterando principalmente al segmento de gasoil”, planteó.
Por su parte, el tipo de cambio sigue siendo un factor determinante en la estabilidad del precio en el surtidor, ya que una eventual devaluación, presionada por las circunstancias, ajustaría los valores a parámetros internacionales, con consecuencias directas para los consumidores y para la rentabilidad de las Estaciones de Servicio, que mantienen una baja en la demanda desde hace 15 meses.
RECOMENDACIONES PARA LAS ESTACIONES DE SERVICIO: ADAPTARSE A LA VOLATILIDAD
“La Secretaría de Energía tiene pocas herramientas para regular estos flujos”, advirtió el asesor y sostuvo que las Estaciones de Servicio deben prepararse para un escenario de demanda débil, márgenes ajustados y volatilidad creciente.
Entre las recomendaciones, Carbajales propuso: “Monitorear la demanda y la reactivación económica y estar atentos a cambios regulatorios”. Por lo que, de cara a los próximos meses, deberán afinar su estrategia comercial y operativa.
Las estaciones de servicio y el gobierno deben preparase para bajar los precios de los combustibles y el gas y el GNC ,y todo también las tarifas eléctricas y de gas y agua por la baja del petróleo y pronto ,están indexadas por el precio del crudo ,y si bajo 20 % ,ya deben bajar los precios , y perder plata como perdemos los usuarios cuando sube, el crudo . Ya ya ya deben bajar los precios .
Va a sobrar combustible y tendrían que abaratar. Pero este gobierno seguro nos lo aumenta. Seguro porque no lo pueden vender. Alguna justificación le van a encontrar
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