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En La Rioja se está construyendo una boca de GNC a metros de una iglesia. Las autoridades eclesiásticas presentaron un recurso para frenar su habilitación pero la Justicia denegó el pedido. Los feligreses escribirían a Francisco para reclamar. Una historia de intereses económicos, políticos y mediáticos
La semana pasada, el Tribunal Supremo de Justicia avaló la habilitación a una estación de servicio GNC ubicada en Ciudad de La Rioja, tras la denuncia basada en una Ordenanza Municipal que establece una distancia mayor a 50 metros de cualquier edificio en donde se concentren muchas personas, para la instalación de este tipo de locales.
La querella realizada por supuestos feligreses de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced –lindera a la empresa en cuestión – en un principio había sido acompañada por el cura Fray Luis Lencina. Sin embargo, tiempo después éste descubrió que en la demanda existía una lucha de intereses económicos, políticos y mediáticos, así como también embates intencionados de letrados interesados.
Así fue como el mismo Tribunal citó al párroco que manifestó estar defendiendo su iglesia de presiones y posibles manipulaciones para sacar algún tipo de provecho, con la tergiversación de los hechos y su magnificación.
Por supuesto que además de ello, la Justicia resolvió rechazar la acción de amparo presentada por parte de la comunidad mercedaria basándose en un artículo de la misma Ordenanza N° 3.055, que exceptúa de la mencionada disposición a “aquellas estaciones de servicio que constituyan un hecho preexistente a la promulgación de esta norma” y la GNC denunciada entraba en esta salvedad.
Inmediatamente, el religioso aseguró que seguirá luchando por el respeto de la fe, ante el embate mediático de algunos letrados que han visto la posibilidad de hacer uso de ella. Explicó que fue inducido a apoyar la demanda presentada específicamente por Juan Carlos Pagotto y Guillermo Galván (hermano de un vecino de la estación). Además advirtió que fue una herramienta inocente y que actuó de buena fe.
Sin embargo, al advertir las verdaderas intenciones reaccionó con firmeza y encontró la claridad y justicia en el TSJ de La Rioja obteniendo la defensa del respeto por la fe y la institución cristiana.
Esto no fue gratuito y el TSJ recibió ataques cuasi arteros que buscaron mancillar el accionar del organismo. Cabe aclarar que un miembro de la corte tiene un sospechoso vínculo de sangre con uno de los abogados que realizaron la denuncia. En defensa de la ley y a instancias de la lógica, el Tribunal acudió por mandato de las normas, llevando claridad y tranquilidad a los religiosos.
Según trascendió en medio locales, algunos fieles podrían escribir cartas al Santo Padre por esta acción que afectó su buena voluntad.
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